" -Yo... No puedo escucharte. "
La vida de Mitsuba era miserable, de un día a otro no podía escuchar El trinar de los pájaros. Pero las cosas cambiarían cuando una " luz " llegará a su vida.
• Deaf ! Mitsuba au
• Au dónde todxs están vivos y viven e...
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Se había equivocado.
Lo sabía, sabía que habían hecho algo mal al meterse dónde no lo llamaban, pero no sabía que hacer al respecto. Sin Mitsuba a su lado, la vida no era tan divertida. Junto con su familia, y el como individuo, el chico era uno de los pilares de su vida, y aunque podía vivir sin el, sentía que le faltaba.
El día que le vino a ese fue horrible, ni siquiera le dirigía la palabra, como si no lo conociera. Eso le traía un pésimo sabor de boca, le recordaba a los días en que trataba de acercársele sin éxito alguno, como si fueran desconocidos de nuevo, dejando de lado todas las cosas que habían hecho con la compañía del contrario.
Había destruido su confianza en cierta forma, y ahora se sentía hasta hipócrita. Por supuesto que el chico sabía defenderse, diría que incluso mejor que el, en contextura física le ganaba por altura, y en técnica tenía experiencia, como el mismo le planteó, de sus clases de karate en el pasado, ¿Por qué no podía creerle, solo por parecerle “Delicado”? Era un estupido, y es que en ese momento no se dió cuenta de que Mitsuba no era solo una cara muy, muy bonita, Mitsuba era el paquete completo.
Mas dentro de sí, Kou no se daba cuenta de el segundo problema que había tenido ese día.
Escuchó como tocaban su puerta, y al pronunciar a la persona que pasará, pudo darse cuenta de que era su padre.
—Kou, con Teru y Tiara vamos a ir a comprar, ¿Quieres acompañarnos? —Preguntaba de forma tranquila, hasta notar el raspón que tomaba lugar en el pómulo de su primogénito, el cual no había notado antes—. Hijo, ¿Que te ocurrió en la cara?
A este punto, Kou sabía que mentirle al mayor no tenía punto alguno, si es que no se lo decía el, lo sabría en la reunión escolar, después de todo. Rascó su cuello mientras dirigía su mirada al suelo, estaba cansado.
—Me metí en una pelea.
—No puede ser. —Se sentó a su lado, decepcionado de el—. No me digas que fue por ese chico de nuevo.
—No papá, está vez fue mi culpa. —Admitió avergonzado—. Me metí en cosas que no debía, el me dijo que no interviniera y aún así lo hice, pelee con Tsukasa de nuevo, Mitsuba se enojó conmigo, no sé que hacer.
—Ay, Kou. —Quiso consolarlo—. ¿Y por qué pelearon?
—¿Cómo?
—¿Que hizo el otro chico, Tsukasa?
—Quiso molestarme. —Exageró las cosas—. Me puse celoso y simplemente… lo hice, pero eso no es el asunto.
—Oh no, ahora sí tienes que estar mintiendo, dime qué lo estás. —Suplicaba ahora sí decepcionado—. Mi hijo no es celoso.
—Vamos, no es la gran cosa, es normal sentir algo de celos a veces con la persona que te gusta, ¿No es así? —Kou finalizó cómo si fuera la cosa más sana y común del mundo, podía ver la frustración del mayor.
