A Tus Minutos De Vida.

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A tus minutos de vida.

La vida era hermosa. Aún cuando el cielo pudiera estar nublado y el aire helado resultará doloroso.

" Prometo protegerte de todos los peligros que quieran hacerte daño. Amarte hasta que el sol desaparezca del cielo pero la luna permanezca para iluminar nuestras noches.". - Sonrió emocionado cuando su mano fue tomada con cariño, por las manos de su pareja.

" Prometo quererte y ayudarte a guiar a nuestras vidas de hoy en adelante.". - En un punto cuando el anillo terminó posandose sobre su dedo, creyó oír el grito de una feliz Nashetania en un punto del salón, aunque evitó decir algo que rompiera aquella armonía.

" Te amo. ". - Comenzó el pelirrojo viendo a los ojos al pelinegro. Amaba con ensoñación los serios pero llenos de paz ojos grises de su ahora esposo.

" Te prometo dar todo mi esfuerzo para hacerte feliz. El ser la pareja que te complemente y que haga todo lo posible por apoyarte aún cuando todo parezca que está siendo difícil.". - Tomó fuertemente la mano del menor, con la argolla dorada en su mano izquierda.

Estaba feliz. Sinceramente feliz y eso le emocionaba, por fin había encontrado la felicidad.

Era 5 de Marzo y todo estaba siendo hermoso. Su salud había mejorado de a poco junto a su embarazado que cursaba ya los 6 meses.

Quizás sus padres ya no le querían hablar, pero todo al final estaba saliendo bien, y no rompería su vida por dos personas que creían que estaba haciendo mal cuando él en el fondo de su corazón sabía que era lo correcto.

Era su decisión y nadie podía obligarlo a hacer lo que no quería hacer.

Era una decisión personal de cada persona.

La vida era cuanto menos curiosa, al menos en el sentido práctico de la palabra.

Nada por tan bueno que pareciera, era para siempre y al igual, todo lo malo, tampoco duraba 100 años.

  - Te amo. - Murmuró el pelirrojo una vez más, con más intensidad que la última vez, tratando de sonreír como lo hacía de costumbre cuando sentía que todo podía caerse en pedazos y lo único que podía hacer era aparentar que todo estaba bien, y tan sólo quizás creyéndose la mentira todo fuera así.

" Una sonrisa ilumina hasta el día más oscuro.". - Le había dicho una vez su mamá cuando tenía quizás 7 años.

Aunque en un punto de su vida, en este específicamente, dudaba que todo fuera a estar bien.

  - Bebé. Aguanta un poco más, el doctor viene en camino. - Lágrimas de miedo y desesperación cayeron de los bellos ojos serios de su esposo, quién sujetaba fuertemente su mano, mientras el silencio del hospital dañaba sus nervios.

  - Estaré bien. Estaremos bien. - Respondió, sujetando su vientre de 9 meses, con cariño, mientras soñaba con al fin tener a su pequeño ángel entre brazos.

Ambos habían decidido tener a su pequeño ángel aún cuando sus padres habían dicho que era una estupidez, y aún cuando los médicos habían advertido que sería difícil llevar a buen término el embarazo.

30% de los embarazos masculinos terminaban bien. Se lo había dicho su médico en su primer ultrasonido.

Personalmente entendió mejor por qué muchos hombres no querían dar a luz.

Era entendible.

" ¿Estás demente? ¡Es tu vida la que corre peligro y sólo piensas en ti! ¡Eres demasiado egoísta!". - Trago su dolor con dificultad. Su vientre dolía y su alma se sentía tensa, todo estaba siendo demasiado difícil y no quería pensar en lo que tuvo que oír de sus padres.

La Llama y el Gato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora