Consciencia.

19 4 1
                                    

Consciencia.

Lloró la quinta noche con rabia. Con un dolor tan profundo que atravesaba en medio de su alma y hacia que todo su mundo se cayera en pedazos sobre el frío suelo de la vida.

Estuvo internado 2 días más, en los que no quiso hablar más que para afirmar que estaba bien y quería irse pronto de ese sitio, que comenzaba a odiar desde que el alba salía en un nuevo día hasta que Selene aparecía sobre las llanuras del cielo.

Lo cuál al final del segundo día e inicio del tercero, fue finalmente escuchado por los oídos sordos del Doctor, quién lo atendía y quién a duras penas terminó aceptando con dificultad sus peticiones de poder salir de ese lugar.

Claro. No sin antes olvidar darle varias indicaciones para su salud inestable.

" Perdóname... " Mordió ligeramente su labio inferior. " Creéme. Yo de verdad, no quería que nada de esto pasará. " Tragó difícilmente la saliva que apenas y sabía que tenía en su boca.

" Yo lo quería... " Cerró ligeramente sus ojos, derramando una fría lágrima en el proceso.

" Quería lo mejor para nuestro hijo... " Sonrió dolorosamente. Mientras movía la cabeza lentamente de un lado a otro, y borraba ligeramente ansioso aquella gota de sabor salado, llena de una real sensación agobiante como angustiosa, con el dorso de la mano.

" Fue realmente hermoso saber que tuvimos un fruto. " Su cuerpo tembló.

Quizás por la emoción de oír aquellas palabras tan reales para sí.

Tal vez de ira totalmente ciega, la cuál no podía identificar del porqué... Pero no quería saberlo.

O tal vez eran todas las emociones que golpeaban su alma al mismo momento.

Esa última sonaba más cuerda, cuando lo pensó con mayor calma unos días de ello.

" Necesitó estar sólo. " Contestó neutral y seco, aquél monólogo dolido del qué ya no sabía si debía de llamar ' mejor amigo. '

Un mejor amigo que casi fue asesinado por su padre, delante de su hermana y de su madre, quién poco y nada quiso hacer al respecto.

Quién estaba totalmente cegada por un amor tan enfermo y sucio, como el que le tenía a su padre quién la engañaba y ella siempre perdonaba sin titubear.

Porqué claro que sabía que su padre la engañaba.

Y se terminó enterando de una forma tan desagradable. En el día cuando su hermana menor lo llevó finalmente a casa y sus padres se encontraban discutiendo, en lugar de haberlo ido a recoger a el centro de salud.

" ¡Me tienes harto! ¡No puedo contigo! " Los gritos de su padre iracundo, fueron lo primero que oyeron, cuando Shetra terminó cerrando totalmente la puerta principal.

" ¿Así me tratas? " La voz de aquélla mujer a la que llamaba madre, se oía rota e inestable. " Después de todo lo que he hecho por ti. " Su estómago se revolvió.

" Y lo hago... " Oyeron como su padre se intentaba controlar, más abrieron los ojos con sorpresa, cuando escucharon un objeto romperse en contra la pared.

" ¡Me he acostado con todos ellos, por que me das asco! " Su brazo fue halado fuertemente hacia la otra ala de la casa con aroma a negatividad, mientras los gritos seguían oyéndose desagradables y otros objetos se rompían.

Los gritos se oyeron por una hora más o menos, mientras que ambos estaban en el ático viendo la calle sin ganas de más de bajar.

Aunque tuvieron que hacerlo al final, por agua para las medicinas de Adlet, quién sin mucha seguridad, accedió a acompañar a su hermana menor.

La Llama y el Gato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora