Sam
Pasamos mucho tiempo en carretera, tenía una cinta de embalaje en la boca me había rendido solo podía oír y sentir que habíamos salido de la autopista, mis ojos estaban vendados y mis muñecas amarradas igual que los pies.
Sentía miedo y no paraba de llorar al recordar a Alan viéndome desesperado, pensar que posiblemente le hicieron algo... Solo me daban más ganas de llorar y preguntar ¿por qué nos estaban haciendo esto a nosotros simplemente por querernos ver sufrir?
No tenía sentido.
Solo rogaba para que no le hicieron nada a los chicos, han pasado por tanto que en este momento, podría pensar en arriesgar mí vida junto a la de mí bebé por ellos.
Sentí el auto detenerse.
—Yo la cargó, abre la pierta.—oi la voz de un hombre, la puerta se abrió y sentí un mano en mi espalda intenté escapar de agarre—¡Quédate quieta chingada madre!—me golpeo a puño cerrado dejándome caer en el asiento, ahogue un gritó de dolor, sentí la sangre resbalar de mi naríz, intentaba gritar, me seguía tocando hasta cargarme. Si me veían débil se aprovecharían de mí así que no les hice el trabajo difícil.
Respiraba con dificultad, bajo por unas escaleras, sonó una reja y me dejó caer fuertemente al piso, cortó la cinta con la que estaban atadas mis manos y pies. Me quedé estática pero este quitó también la venda de mis ojos.
—Hola cuñada.—sonrió, no podía estar más asustada, era Carlos.—Hay que dejarte hablar—me ayudó a quitar la cinta de mi boca. Dolió.—¿No vas a decir nada?—se levanto riendo.
No quería hablar, aunque tampoco podía formular palabra alguna.
—¿Q-Que haces...
—¿Que hago aquí?—se apresuró en decir. Tomo su barbilla pensando la respuesta—Ayudo a mamá con su plan, y dijo—saco su celular—que vendría a hablar contigo en un rato así que, me despido—estaba por cerrar la reja del calabozo—Casi se me olvida algo—como si nado me tomo del brazo lastimando, sentía su gran fuerza que podría decir que casi disloca mí hombro. Me sentó en una silla y de una esquina tomo unas sogas.
—Por favor Carlos, no hagas esto, te lo ruego, házlo por Maddi, déjame salir de aquí y ellos te ayudarán a escapar de tu madre.—rogue casi llorando.
Soltó una risa perversa.
—¿Hacerlo por Maddi?—empezo a pasar la soga por mí cintura y pecho, apretándola cada vez más—¿Quien dice que quiero a esa chica? Da es lástima la muy zorra—bajo la cuerda hasta mis pies—Diria que fue al menos un buen polvo pero es que ni eso, es un niña que ni bien puede hacer una mamada.—dijo con asco, pudimos ver una linterna alumbrar el pasillo.—Tienes visitas—sonrio malévolo y le dio paso a su madre.
—Pero que asco das, estás toda sucia y despeinada— camino en círculos.—Te preguntarás qué haces aquí, sencillo, eres la pieza casi indicada para hacer sufrir a Alan más que todo, en especial por el bebé que me han dicho, estás esperando, ¡felicidades!— se detuvo frente a mí—Pero linda ¿Por qué lloras?—su voz era chillona—¡No llores!—grito en mí cara, me volteé hacia otro lado e intente dejar de llorar pero se me hacía difícil—¡Que dejes de llorar maldición!—enterro sus uñas en mis muslos haciéndome gritar.—Música para mis oídos—sonrio satisfecha sacando sus garras, mordía mí labio y movía las piernas de un lado a otro desesperada por el dolor.
![](https://img.wattpad.com/cover/228651729-288-k92212.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Buscando una segunda razón.✔️
De TodoCada día era una pesadilla, pensaba que estaba condenada a vivir una vida llena de sufrimientos que según mis padres merecía. Mi mente era mi mayor perdición, no sabía que era tener familia hasta que conocí a los Rutherford. Me ayudarían a entender...