Buscando una segunda razón.✔️

Capitulo 56

Por reflejo Jesse tomo de mí cintura y nos empujó al suelo, al caer quedamos como estatuas.

Más bien adolescentes calientes intentando no ser atrapados.

—¿No invitan?¿Ah?— reconocí la voz, ambos asomamos nuestras caras por el borde de la cama.

Matías. Verlo hizo suspirar a Jesse aliviado.

—Vete.—dijo Jesse con voz serena sorprendiéndome.

—Que aguafiestas eres. Ella quería hacerlo comigo en el viñedo, y pensé ¿No sería mejor un trío?— se quedo pensativo moviendo el líquido en el vaso de plástico viendo a la nada.

—Estas loco.— reí.

—Bueno, que se sigan divirtiendo.— iba a cerrar la puerta pero regreso— Deberían de madurar, lo digo enserio.— estaba borracho, después de decir eso se fue dejándo la puerta entre abierta.

Se formo. un silencio incómodo y la alfombra picaba mi trasero, él fue el primero en levantarse recogiendo su ropa empezando a vestirse.

Me causo confusión una risa de su parte mientras abotonaba su camisa.

—¿De que ríes?—Pregunté levantandome y cubriendo mí desnudes con la sabana.

—De nada.— lo vi inconforme por su respuesta.

Salimos de nuevo a la fiesta como si nada o bueno, sabíamos actuar con naturalidad después de...

¿Es necesario mencionarlo?

¿Es necesario recordarlo?

Pase toda la noche reprochandome a mi misma tal hecho. No podía olvidarlo. No podía sacar mí cabeza de ese momento, como respiraba el tacto y rose de sus manos en mí cuerpo causando miles de sensaciones que ni sabía que se podía sentir. Su maldita sonrisa.

Llegué a pensar que no lo merecia y sigo pensándolo. Pero hace días deje que las cosas fluyeran como hasta hoy. Me permiti amarlo y desearlo, porque era un infierno y él era mí lugar seguro. Cómo si se tratara de un campo minado y él es mi unico hogar en refugio. Su sonrisa atrayendo paz y felicidad en mi interior fue una de las respuestas que estuve buscando desde mis 14 años. Podria decir que me comprendía y yo le estaba pagando con una obsesión por su presencia a mí lado. Quería que me quisiera, no quería decepcionarlo.

¿Cómo no amarlo?

Esa pregunta rondaba por mí mente desde el día en que me abrió su corazón el día de mí graduación. Confirme la cuestión en esa noche fría cuando me relataba su casi irreal historia de trágico amor.

De algo estaba segura.

No lo amaba por obligación. Simplemente, no, verdaderamente me había enamorado de el hombre quien esto 15 años detrás de una ventana cuidaba de mí sin la garantía de que algún día podría causar sentimientos en mí corazón.

Su esfuerzo y clara honestidad termino por seducirme y tenerme bajo un completo hechizo.

Conclusión; Quería a ese imbécil gruñón. Tenía un corazón tan dulce y amable, todo lo contrario a su corpulento cuerpo el cual podría pasar décadas admirando.

El físico no lo es todo. Me pregunte si lo amaría de la misma forma si físicamente él no fuera él. No lo dude, y eso me sorprendió, porque caía en cuenta que me había enamorado de él, de su corazón.

Tenía una gran sonrisa mientras Logan lo abrazaba con una botella de ron en el pecho cantando a coro y notas horriblemente desafinadas, pero me hacía feliz verlos felices.

∆

—¿Podrías contarme de ella?— mí manos caían en mí regazo. Estaba recostada al tronco de un árbol pensando mientras veía el paisaje.