Capitulo 52

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Habían pasado tres días, los preparativos estaban listos, solo faltaban horas para la masacre.

Habían cambios.

La noche anterior Alan y Sam insistieron que dejara dormir a Anghie con ellos. Lo cual cedí.

Son sus padres, no puedo hacer nada.

Dormí en mí antigua habitación, sola, intentado aguantar la ansiedad, pero las hormonas del embarazo querían a toda costa causarme depresión por esa soledad, termine durmiendo con Jesse algo que no era extraño, pero sin Anghie, sin su voz ni su respiración...

Causaba dolor.

Los cambios, aveces no gustan.

El Rey de todos los licantropos, Luis maravillado acepto mandar las 12 manadas más fuertes del mundo con cientos de lobos que pronto llegarían. Personalmente el hombre vino con su escuadrón personal a acompañarnos. Es un gran amigo de Egon, aunque los vampiros y los lobos no se llevan, Egon le hizo favores años atrás así que estaba en deuda.

El día anterior a este todos se encontraban fuera de casa buscando personas, vampiros viviendo con humanos, viejos amigos capaces de ayudar. Entre más fuéramos más rápido se acabaría.

Todos estaban en su mundo ocupados hablando, tomando ideas y aconsejando que se podría hacer. Ya teníamos el plan principal.

La casa se llenaba de desconocidos y notaba lo abrumada que estaba, lo ansiosa por pelear y la emoción de acabar con una persona que ha echo mucho daño.

Ataba los cordones de mis botas con dificultad pero lo logré. Metí la bota de los pantalones en ellas. Vi el espejo acomodando la camisa de cuadros encima de una camisa negra. Mi cabello estaba lacio, encima de los hombros cayendo delicados cabellos a cada lado de mis mejillas, lo até en una colega baja.

La camisa se ajustaba a la panza la cual ya no aguantaba pero hacía el esfuerzo por no dejarme vencer por un bebé.

Tras suspirar viéndome al espejo por última vez salí de la habitación dándole posiblemente también un ultimo vistazo.

Baje las escaleras con calma aunque por dentro me estaba carcomiendo la angustia. Cómo dije antes había muchas personas y el patio estaba repleto de ellas, estaban reunidos en una mesa llena de armas con balas de verbenas cargandolas y colocando sus chalecos antibalas con estacas a los lados.

Los lobos no necesitaban armas, son letales no como los vampiros, pero juntando las fuerzas daríamos lucha.

Vi a Pepinillo sentado alado de Zack quien estaba hablando algo serio con Ángel.

—Ya se va haciendo la hora, el sol está bajando.—Jesse se alejo de la mesa. Estaba vestido completamente de negro, camisa y botas militares del mismo color. Su cabello estaba mojado. Intentaba sonreír, intenté replicar el gesto.

—La hora de morir se acerca.— vi sus ojos con detenimiento.

— No hay que ser pesimistas.

—Soy realista.— lamió sus labios y se tenso.

— ¿Que pensaste de mí plan?— se cruzó de brazos tras un suspiro.

—Ella nos encontrará, matara a todos con tal de obtener lo que quiere. No quiero ir a funerales tan pronto.

— Soy realista estamos en guerra dándole lo que ella quiere.

—No tenemos más opciones.— lo deje suspirando, pase a su lado, y camine hacia Zack.

—Llevare a Pepinillo a un lugar seguro.— este detuvo lo que estaba haciendo con una arma y la dejo en la mesa.

— Pensé que también iría...

Buscando una segunda razón.✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora