Despertó en una habitación a oscuras con un dolor llameante en el brazo. Algo asustada, sintió el jalón familiar de las suturas y algo muy pesado en el brazo, lo que la sereno lo suficiente para analizar la situación. Ya no llevaba su uniforme de la Legión, pero si algo parecido a un uniforme. Tanto el suelo y las paredes eran de piedra. Y no podía ver casi nada.
— ¿Capitana? —la característica voz de Felix le llegó de la oscuridad, pero se escuchaba distorsionada. Parecían encontrarse en celdas.
— ¿Felix? —su voz sonaba rasposa, como si no la hubiera usado por días.
— Gracias a Dios —la voz del soldado derrochaba alivio—. Dijeron que no era su problema si no despertaba...
Felix no fue herido de gravedad, aunque contó que se hizo un corte bastante profundo que trató dentro de la caja en la que los trasladaron... en la espalda de un titán. Una mujer fue quien trató y estabilizó a Sofia antes de que drogaran a ambos. Felix le contó que despertó solo hace lo que parecían dos días cuando dos hombres la llevaron y los dejaron en oscuridad total.
Oscuridad en la que vivirían durante, por lo menos para ellos, una eternidad.
Comían una vez al día. Dejaban un pan y un plato de sopa al día, por lo que Felix pudo llevar la cuenta del tiempo, al principio, cuando aún les importaba el paso del tiempo. Y se quedaban todo el día en aquellas... mazmorras. Pronto descubrirían el porqué de la oscuridad cuando los sacaron a rastras de ahí. Al parecer la luz podría usarse para torturar. Igual el agua. Absolutamente todo se podía usar para infligir dolor.
Lo peor de la situación, era que Sofia y Felix no sabían nada.
¿El portador del Titán Fundador es el rey? ¿Qué miembro de la familia real controla La Coordenada? ¿Cuándo planean destruir la paz?
Y ellos, sus torturadores, eran conscientes de su ignorancia. Sin embargo, Sofia estaba segura, los odiaban. Ese odio era la razón de todo el dolor que disfrutaban implantar.
"Demonios de la isla".
Ese odio, tan amargo y puro, engulló a ambos soldados, dejándolos como poco más que esqueletos obedientes. Ni siquiera querían dejarlos morir, aunque las pocas veces que Sofia y Felix podían hablar sabían que ninguno de los dos quería morir, no realmente. Con el tiempo, las pocas veces que se cruzaban por los pasillos, apenas cruzaban miradas. La única manera que encontraron para sobrevivir fue enterrar todos los sentimientos que tenían, hundiéndose en un estado apático que los hacia tan inhumanos como les repetían que eran constantemente.
Con el tiempo, Sofia ya no era capaz de sentir piedad, asco, horror o incluso dolor, pues ya estaba tan acostumbrada a él que ya no lo sentía. Los constantes gritos de dolor, los pedidos de piedad y la crueldad pura que sus torturadores mostraban una y otra vez no causaban ninguna reacción en ella.
Lo único que le dolía, de alguna forma, era la agonía mental en la que se hundía cada vez que pensaba en la injusticia. En la irracionalidad de todo aquello.
El objetivo de la tortura —explicó Luke hace años—, es deshumanizar al criminal para que sea algo así como una mascota. Es lo peor que le puedes hacer a alguien.
Todo aquello duro casi todo el primer año. Los gritos de Felix eran lo único que la mantenía cuerda, al igual que sus gritos eran los que mantenían cuerdo a su ex subordinado, pues Sofia ya no se consideraba Capitana de nada. A penas se consideraba algo parecido a un ser vivo. Una criatura con la que sus torturadores tenían tan poco en común que ni siquiera se daban la molestia de castigarla, pues solían lanzarle piedras cuando no reaccionaba ante sus llamados.
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Alas de la Libertad
FanfictionUna versión de Shingeki no Kyojin con un personaje extra 💕. Soy pésima para las sinopsis, pero denle una oportunidad 🥺 La mayoría de los personajes y la historia pertenecen al gran Hajime Isayama. LevixOC