Alas de la Libertad

Capítulo XXXI

Levi se sentía sinceramente triste por Historia, y sabía que el resto del escuadrón también, pero la situación era tan... extraña. Cuando salió del Subterráneo hace casi una década, jamás imaginó que sería parte de una facción que daría un golpe de estado mientras trataba de mantener vivos a la heredera al trono y a un mocoso que se convertía en titán mientras lidiaba con su... Sofia.

Se sentía terriblemente agotado, y ahora tendrían que acabar con un titán más grande que el Colosal.

A eso sumarle la preocupación por Sofia, que parecía aún más hundida en esa oscuridad que parecía envolverla.

Sabía que ella se encontraba hablando con Erwin en ese momento, y por lo que le habían informado mientras se aseaba un poco, Luke había puesto ciertas condiciones a cambio del apoyo que brindó, que al parecer era más que solo colarse a su grupo.

Todo el escuadrón tendría casi una hora para descansar, asearse y prepararse mientras Erwin y los altos mandos discutían la situación, por lo que Levi se apresuró para ver cómo estaba Sofia y tal vez llevarla con Hange, a quién había visitado previamente.

Encontró a Luke, con un uniforme de la Policía Militar limpio, apoyado a un lado de la puerta de la habitación donde sabía que estaba Erwin y Sofia.

— Jon esta con ellos —saludó Luke—. Está a cargo de un Centro de Rehabilitación de Veteranos en Nedlay, y ha estado encargándose de los preparativos para... ayudarla.

Hange ya había comentado algo sobre la posibilidad de internarla a algún lugar, pero Levi no pensó que sería tan inmediato. No estaba preparado para alejarse de ella, aunque sabía que era lo mejor.

— Estará en las mejores manos —le aseguró Luke. Se veía completamente agotado. Al parecer había mantenido una buena expresión solo por ella—. Además, Jon es el mejor en lo que hace. Siempre pareció vivir en otro plano existencial, pero casi toda su vida le interesó el comportamiento de la gente. Es algo así como un doctor de la mente desde que dejo la Guardia.

Levi se apoyó al otro lado de la puerta, mirando a Luke hablar.

— La amas, tanto como antes, ¿no?

Claro que la amaba, solo que... de manera diferente a la manera desesperada en la que solía amarla cuando recién se habían enamorado.

— Claro que la amo —respondió Levi, algo brusco—.   No creo ser capaz de dejar de amarla nunca.

Luke suspiró.

— Bien. Lo necesitará.

Sin decir más, Luke abrió la puerta. Sofia, aun con la misma ropa de antes, cubierta de sangre, era abrazada por un mocoso aún más alto que Mike, y este dejaba besos intermitentes en su cabello. Ella soltaba pequeñas carcajadas, sonrojándose ligeramente mientras el mocoso susurraba en su oído.

— ¡Al fin se te hizo después de casi 15 años! —gritó Luke, haciendo que Sofia se sonrojara con fuerza, viéndose como una niña—. ¡Jon te está abrazando!

— ¡Otra cosa que reclamarte! —dijo el mocoso alto. Demasiado alto—. ¡¿Como es eso de que estuviste enamorada de mí!? ¿Sabes lo diferente que hubiera sido mi vida si supiera ese detalle?

Levi se encontró con la mirada divertida de Erwin, mientras ese sentimiento que había sentido todo el día se extendía por todo su cuerpo.

Celos. Se sentía enfermo.

Mientras él apenas podía tocarla sin alterarla, esos dos mocosos venían y la... tocaban sin problemas. Y ella sonreía. Levi creía que vomitaría si hondaba más en ese sentimiento. Nunca había sentido algo así.