Capítulo XI

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En la reunión entre los Capitanes de escuadrón, el Comandante de la Legión y el escuadrón de Élite simplemente explicaron y ultimaron detalles de la estrategia de Erwin. Ya toda la Legión la había estudiado, pero necesitaban repasarla otra vez y necesitaban la presencia de los soldados que la conocían bien.

-        Necesito sus reportes individuales –les dijo Erwin haciendo que Nanaba apriete los dientes. Todos estaban agotados–. Vayan a cambiarse y preparar sus cosas. Tienen media hora.

Sofia estaba en modo zombi. No solo había dormido menos que sus compañeros, si no que la mayoría de los avistamientos de titanes habían ocurrido en su flanco. 5 en total. Sofia asistió a dos, mato a uno y los otros fueron eliminados por los escuadrones del flanco derecho.

Nick la esperaba con su lugar para dormir listo, y completamente sano, así que Sofia fue directamente a abrazarlo. La noche era segura por lo que podía permitirse eso. Si Levi, Farlan e Isabel no hubieran estado ahí...

-        Tus habilidades han mejorado enana –Nick acarició su espalda, tratando de tranquilizarla–. No te veía en acción en años.

-        ¿Viste a Levi, Farlan e Isabel? –preguntó mientras se sacaba el uniforme y se ponía una sudadera–. Ver a Levi de esa forma...

-        ¿Te prendió?

-        Imbécil –Sofia golpeo el brazo de su amigo–. Y sí, pero sabes a que no me refiero solo a eso.

Ambos comenzaron a reír mientras Sofia se sacaba las botas y se ponía pantuflas.

-        Se a que te refieres –soltó Nick después de un rato–. ¿A eso se refería Erwin también?

Sofia asintió con una sonrisa. Erwin era de los hombres que nacían una vez cada miles de años. Nick, con la mirada pensativa, le pasó un paquete de comida para esa noche.

-        No sé cómo lo hace –comentó Sofia mientras comía–, pero sus instintos no se equivocan.

-        Eso noté –Nick se sentó a su lado encima de los sacos de dormir–. Resulta escalofriante.

-        Te acostumbrarás.

Había tardado casi 10 minutos en sacarse el equipo, así que ya no le quedaba mucho tiempo antes de su reunión con Erwin. Igual cada escuadrón debía reunirse, pero no en ese momento.

Despidiéndose de Nick, fue a pedir una porción de comida para su Capitán. Si la noche anterior se la paso en vela por los nervios, aquella noche seria crucial, por lo que fue a buscarlo.

-        ... por ese objetivo estamos dispuestos a perder todas las víctimas que se necesiten. Hemos entregado nuestro corazón a la humanidad.

La voz de Erwin resonaba en el castillo. Él también debía dirigirse a su lugar de encuentro y se encontró con algún soldado y trataba de "evangelizarlo", por lo que Sofia corrió hacia él, casi derribándolo y ganándose una sonrisa.

-        Debes comer –le regaño mientras le daba el paquete de provisiones–. Y deberías tratar de dormir.

-        Esa no es manera de tratar a tu superior...

-        Aún estoy en el rango de tiempo que nos diste para descansar –soltó Sofia mientras le sonreía–, así que ahora no eres mi superior, eres mi amigo.

-        Claro, enana –Erwin sacudió la cabeza ligeramente y comenzó a alejarse del lugar.

-        ¡Eres afortunado de tenerme, Erwin! –le dijo mientras soltaba un bostezo–. ¡Yo soy tu Moblit!

Alas de la LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora