Alas de la Libertad

PARTE II

Diario de Sofia
(Pequeños fragmentos llevados a cabo a lo largo de casi 6 meses).

...
Sigo esperando a que amanezca. Sigo esperando algo de luz, pero parece que estoy ciega. ¿Puedo dejar todo atrás? Cada vez que siento que puedo seguir, su voz aparece en mi mente. ¿Por qué Zeke me afecta más que el tiempo en la oscuridad? ¿Por qué su voz o el recuerdo de su tacto resulta tan aterrador para mí?

Es como si una cuerda estuviera alrededor de mi cuello y está no hace más que apretarse a medida que trato de no estancarme. ¿Seré capaz de cortarla?

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Jon no se encarga de mi en particular, pero Liz, una mujer que es su aprendiz es la que habla conmigo. Es la única persona que sabe sobre Zeke y juró no decirle a nadie sobre lo que hablamos. Extrañamente, confío ella. Y ella me pidió que escribiera lo que recordará de mi tiempo con Zeke.

Y él fue mi amigo, de alguna forma. ¿Cómo llamar a la persona que te sacó de la oscuridad, curo tus heridas y cuido de ti, pero fue la razón de todo en primer lugar? Resultaba chocante lo amable que era después de haberme enfrentado a monstruos con rostros humanos que disfrutaban con cada grito de dolor que daba. En la oscuridad, parte de mí considero a aquellos monstruos como antes consideraba a los titanes, seres sin consciencia que solo buscaban sobrevivir. La parte más infantil de mí, esa que creía que los humanos éramos los buenos, creyó que no había manera que ellos lo hicieran con gusto. Y por eso la apatía. Cuando te enfrentas a situaciones tan inhumanas e incomprensibles cada día, simplemente dejas de sentir para poder sobrevivir.

¿Cuántas veces trate de quitarme la vida? ¿Por qué lo hacía? Viendo hacia atrás, sé que nunca quise morir. Creo que le dije a Levi que era demasiado cobarde como para acabar con mi vida por mí misma, pero la verdad era que no quería morir. Quería regresar a su lado. Quería una boda pequeña, una casa y una tienda de té. Quería ver crecer a Eren, Armin y Mikasa y quería volver a hablar con mis amigos. El solo recuerdo de la sonrisa de Levi o el brillo de su mirada me mantuvo con vida. Y es esa mirada la que me encontré al llegar, pero simplemente ya no la merecía.

Pero ya, volviendo al tema.

Una de las tantas veces que Zeke simplemente se sentaba a leerme durante horas, leyó una frase en particular:

"La esperanza no es lo mismo que el optimismo. No es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte".

Si de algo estoy segura es que en ningún momento perdí la esperanza de regresar, o de morir luchando. Entregar mi corazón, como Erwin diría.

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No sé exactamente cuándo, pero Zeke y yo comenzamos a conversar en algún punto. Al principio estaba tan asustada que respondía sus preguntas rápidamente pensando que si no lo mantenía feliz me devolvería a la oscuridad. Y cuando noté que estaba más feliz cuando yo hablaba, comencé a comentar cosas. Incluso le dije sobre lo incomprensible que me parecía mi tiempo en la oscuridad y él pasó horas escuchándome. Tal vez por eso esa parte ya no me afecta nada an profundamente como antes. Ahora, pensando más en ello, recuerdo que prometió que acabaría con todo aquello. Que se encargaría de acabar con el ciclo de odio del mundo.

Nunca me contó nada sobre él, pero recuerdo pensar que era inusual y a la vez conocida la determinación que brillaba en sus ojos.

Aun así, los humanos tenemos ese instinto de supervivencia que tiende a obedecer una de las verdades que me acompaño durante mis casi 10 años en la Legión de Reconocimiento.

Matar o ser asesinado.

Sinceramente no veo este ciclo romperse nunca, y creo que se lo dije a Zeke, pero el simplemente sonrió y, por primera vez, me pareció completamente sincero a pesar de no haberme dicho nada.