Todo fue un borrón a partir de entonces, hasta que la encadenaron, la cegaron, la metieron a una caja y la llevaron.
— Lo siento, Sofi —susurró Zeke en su oído—. Es una condición que impusieron para que vengas con nosotros.
Pieck, una guerrero que recién había reconocido, iba con ellos, más Felix no lo hacía. Mientras la caja en la que iba se agitaba como loca, Sofia se enteró que lo único que le quedaba de casa, a pesar de no haberse vuelto a ver desde aquella vez que los sacaron de la oscuridad, había muerto hace tiempo.
Perdió la esperanza —pensó Sofia. Esa esperanza que la empujaba a hacer lo que fuera por sobrevivir.
La culpa la invadió, y eso la sorprendió ya que hace tiempo no sentía algo aparte de asco, que era ligeramente mejor que la apatía, además de impulsarla a jamás regresar al lugar donde la tenían. Mas valía que se la comieran los titanes antes de volver a aquel infierno.
La sacaron de la caja justo cuando llegaron al muro de Shinganshina, cosa que fue demasiado pronto por lo que Sofia se dio cuenta que la habían drogado, donde Zeke había hecho un pequeño campamento. Le sacó sus cadenas, mirándola de reojo, pero se relajó después de unos momentos. A este punto, sabía bien que Pieck era el titán que andaba en cuatro patas de aquella vez.
Era la primera vez en años que veía la luz del sol y respiraba aire puro. Sintió ganas de llorar, temblando ligeramente y repentinamente abrumada por todo lo que la rodeaba. No había sentido tanto desde que conoció a Zeke, aunque se esforzó por mantener la compostura. No podía quebrarse mientras estuviera cerca de ellos.
Sofia iba a escapar, pero no sería tan tonta como para hacerlo en ese momento. Necesitaba un caballo, un equipo o algo así. Su ropa, unos pantalones sencillos y una camiseta, no eran lo mejor para huir o luchar contra titanes, teniendo en cuenta que ni siquiera tenía zapatos.
— ¿Cómo te sientes? —un odio intenso recorrió a Sofia al escuchar a Zeke, cosa que la sorprendió bastante. Tal vez estar en... casa hacía que su apatía se diluyera ligeramente, lo que la asustaba.
— Extraña —conocía a Zeke. Sabia como manejarlo. Al menos eso se repetía cada vez que quería hablar con ella—. Pensé que sentiría nostalgia o algo, pero me siento...
— ¿Extranjera?
No era cierto. Ver las casas destrozadas y los titanes inmóviles en la oscuridad la llenaban de expectativa, pero debía intentar llegar un poco más allá.
— Si —abrazó sus rodillas, enfocándose en el fuego—. ¿Recuerdas cuando nos encontramos? Siempre he querido preguntarte algo.
Nunca le preguntaba nada, así que los ojos de Zeke se iluminaron de curiosidad al verla.
— Sabes que puedes preguntarme cualquier cosa.
— Los titanes... —Sofia se aseguró que su voz sonará curiosa y tierna—. No se movían. Y te hacían caso. Puede ser que lo haya soñado, pero quiero confirmar si aquello fue real.
Una sonrisa se extendió por el rostro de Zeke. En otros tiempos, mucho atrás, Sofia podía haberlo considerado guapo. Ahora, su odio hacia él era tan grande que apenas le cabía en el pecho.
— Es un talento que tengo —Zeke se acercó y la cubrió con su chaqueta con cuidado—. Solo yo puedo hacerlo. Cada guerrero tiene una habilidad. Pieck puede pasar meses en su estado, yo puedo comandar a los titanes, Reiner tiene una piel impenetrable, Berthold es colosal, Marcel es ágil y rápido y Annie puede asimilar cualquiera de las otras habilidades, pero a menos escala.
Esos nombres se le hacían conocidos, pero no recordaba cuando habían hablado de ello. Y estaba completamente segura de que lo habían hecho.
— Eso ya me lo explicaste —Sofia le dedicó algo parecido a una sonrisa.
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Alas de la Libertad
FanfictionUna versión de Shingeki no Kyojin con un personaje extra 💕. Soy pésima para las sinopsis, pero denle una oportunidad 🥺 La mayoría de los personajes y la historia pertenecen al gran Hajime Isayama. LevixOC