Alas de la Libertad

Capítulo V

A pesar de que los titanes no se movían por las noches, los miembros de la Legión de Exploración estaban en un estado de alerta constante y por eso no siempre tenían largas noches de sueño. Al menos eso era lo que se decían constantemente pues todos tenían pesadillas.

Sofia no era la excepción. Una mezcla de titanes y monstruos humanos invadían sus sueños por lo menos dos veces por semana, por lo que siempre terminaba vagando por los pasillos de la fortaleza, esperando el amanecer para comenzar con sus deberes.

Solo que no tenía deberes, además de algo de papeleo que no podía hacer por la falta de luz y no quería encender una lámpara para no estorbar el sueño de sus compañeras de habitación.

Isabel dormía en la cama frente a la de Sofia, la que había sido de Carolina, mientras Nanaba pasaba la noche en otra habitación. Seguramente la de Mike, aunque Sofia no podía asegurar cuan enserio iba aquello, podía asegurar que Mike hablaba más con Nanaba a su alrededor y ella sonreía más. Esos eran grandes cambios para sus compañeros.

Le parecía interesante como, incluso en el peor de los escenarios posibles, los humanos eran capaces de crear diferentes tipos de lazos con diferentes personas. Erwin era algo así como un padre para Sofia, al menos parecía preocuparse más por ella que su mismo padre, Mike era un hermano mayor extraño que nunca hablaba, pero si era capaz de patearle el culo a Sofia y a cualquiera que la molestara. Carolina siempre seria su hermana y Nick...

Nick era Nick. Era tan importante para Sofia como lo había sido Carolina, pero no de la misma manera. Era su amigo, con quien siempre bromeaba y siempre trataba de comprenderla. Tenían metas similares y todas las chicas que lo conocían parecían estar locas por él.

Todas, pero no tú –le había dicho una vez Jonathan a quien Sofia adoraba a pesar de la distancia.

Incluso, cuando su pequeño grupo de amigos aun eran niños, Sofia habría jurado que estaba enamorada de Jonathan, pero eso solo era un amor infantil por el niño fascinante del que todos se burlaban.

Sacudiendo la cabeza, aun de noche, Sofia se vistió con unos pantalones sencillos, una camiseta de Nick, unas zapatillas bajas y se puso un abrigo. El invierno pronto acabaría y el clima era relativamente cálido, pero Sofia era especialmente friolenta.

Pronto amanecería y Nick tendría que llevar a Levi y su pandilla a su primera sesión de entrenamiento que simplemente consistía en escoger caballos y aprender a montarlos. Ya en la tarde comenzarían con eliminación de titanes y estrategias pues debían evaluar sus habilidades.

Isabel dormía plácidamente, por lo que Sofia comenzó a despertarla con delicadeza. Usualmente todos eran bastante amables con los novatos, pero Sofia presentía que estos novatos no recibirían un buen trato en mucho tiempo por su inusual manera de ingresar a la Legión.

La muchacha pelirroja solo la observo en silencio, debatiéndose entre confusión y diversión.

          - Pronto amanecerá –le explico Sofia con voz suave–. Les dijeron que salieran antes del amanecer. Te prometo que no querrás llegar tarde. Y si algún día llegas tarde, no querrás que Shadis se entere.

          - Eres amable –susurro la muchacha aun en su cama–, como en el subterráneo.

          - Hago lo mejor que puedo –respondió Sofia con una sonrisa educada–. Ahora, levántate, que yo iré a despertar a tus amigos.

          - Mi hermano mayor debe estar despierto –le contó Isabel entre bostezos. Por su tono y su anterior comportamiento, Sofia supo que se refería a Levi–. Nunca duerme mucho.