— Hola, Cariño... — Saludó una voz a mis espaldas, era Drew.
— Amor, que bueno que estás aquí. — Coloqué la mejor sonrisa en mis labios para ocultar la incomodidad que sentía cada vez que Andrew se veía obligado a llamarme de aquella forma.
Estábamos en una reunión casual con los socios de mis padres y sus familias. Aunque para ser sincera, más que una reunión aquello parecía ser una competencia para ver quién era el socio con más dinero y mejor gusto. Hablaban de jates, yets privados y cenas costosas, el mismo tema de conversación durante largas y tortuosas horas.
— ¿Cómo estás? — Murmuró al mismo tiempo en que se bajaba un poco para poder besar castamente mis labios.
— Estoy bien, ¿y tú? — Pregunté cuando nos separamos.
— Muy bien. — Respondió con una sonrisa tímida.
La reunión comenzó con la intención de hablar sobre la familia y esos temas pero terminó en la misma conversación que siempre, negocios e inversiones. Era aburrido estar sentados allí escuchando números y futuros acuerdos monetarios, apestaba el hecho de haber ido a una playa solo para escuchar lo mismo una y otra vez.Fingir tener un novio y que lo amaba, era mucho más complicado estando allí pues mi madre no dejaba de darme miradas reprobatorias y de enviarme mensajes de texto para hacerme saber que tenía que ser amorosa. Por obligación debíamos besarnos frente a todos o tontear como un par de enamorados a los que no les importa nada más que el otro. Me parecía una estupidez pero en aquellos momentos no podía replicar, estábamos rodeados y no había privacidad.
Drew en ocasiones, cuando leía alguno de los mensajes que me enviaba mi madre, tomaba la iniciativa y unía nuestros labios en un sutil y casi fugaz beso o me abrazaba.
— Hija, ¿puedes buscar mi bolso en la habitación? — aquella voz y la sonrisa falsa en los labios de mi madre llamó mi atención.
— Claro, madre. — Sonreí de la misma forma hacia ella y me levanté. — Amor. — Llamé la atención de Drew. — ¿Me acompañas? — Le pregunté y asintió. Me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia el gran hotel en el que nos estábamos quedando.— Todos pensarán que vamos a hacer cosas. — Habló mi acompañante con cierto ápice de vergüenza en la voz.
— A nuestros padres les fascinaría la idea. — Comenté, burlándome un poco de su nerviosismo.
Subimos al ascensor en silencio y bajamos de éste de la misma forma. Ingresamos a la habitación y me lancé en la cama porque para ser sincera, no tenía planeado llevarle el bolso tan rápido. Iba a disfrutar el pequeño momento de paz que se nos había regalado. Andrew por su parte, decidió sentarse en el sofá y comenzar a contestar unos mensajes de texto, mensajes que no habían parado de llegar y que tampoco me permitía ver.
— ¿No estamos casados y ya me estás siendo infiel? — Bromeé al notar su interés y rapidez al contestar.
Andrew Wagton no solía responder los mensajes al instante al menos que fueran importantes. Podía apostar mi cuenta bancaria a que esos mensajes no eran de vida o muerte, podía ser alguna chica que le interesara o no, pero estaba segura de que no era nada sobre negocios.
— Muy graciosa. — Respondió, lanzándome el cojín que tenía más cerca. — Levántate, tenemos que llevar lo que tu madre pidió antes que ella misma venga a buscarlo.— ¿Te lo imaginas? — Me senté sobre el cómodo colchón y lo observé, lista para imitarla. — ¿Dónde está el bolso que te pedí hace una hora? — Imité la voz chillona de mi progenitora, causando una carcajada en Drew.
— Toma las cosas, saldré a hacer una llamada rápida. — Avisó sin dejar de reír.
— De acuerdo, como diga el señor. — Alcé la mano como un soldado y cuando salió tomé aquel bolso de color rosa pastel por el que había sido enviada.
La llamada no había sido precisamente rápida, de hecho, había tenido tiempo de ir al baño, acostarme, comer algo y volver a lanzarme sobre el colchón. No hacía falta estar alrededor de aquellas personas para saber que sus pensamientos sobre nosotros haciendo algo más que hablar, se habían incrementado con el pasar del tiempo y por culpa de Drew.
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Perfecto Mentiroso©
Short Story💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 Debido a un contrato, el matrimonio arreglado de quienes habían sido mejores amigos desde la infancia, Scarlet Colemman y Andrew Wagton, estaba por llevars...