Cerré la información y cada archivo en los que había estado buscando y rebuscando durante horas. Por algunos minutos me quedé allí, sentada en la cama con la computadora sobre mi regazo y mirando el fondo de pantalla de ésta.
— Por Dios... — No sabía cómo debía reaccionar ante aquella información. — No es… No son Wagton. — Fruncí el ceño mientras pensaba en cómo era posible que los Wagton hubieran podido adoptar a Andrew sin que llegara a oídos de la prensa.
A menos…Tal vez la adopción de Andrew no había estado en sus planes. Era imposible que Mara hubiera podido fingir estar embarazada durante tanto tiempo y sin levantar sospechas. Era imposible que aquel vientre abultado fuera falso.
— Es posible que…— No me atreví a decirlo en voz alta porque no sabía quién podía estar escuchándome.
Un aborto. Era posible que Mara Wagton hubiera sufrido un aborto o que su bebé hubiera nacido sin vida y por eso mismo recurrió a la adopción de un recién nacido, para que la pérdida de su hijo no fuera noticia.Eso debía ser horrible. Aparentar estar feliz por el nacimiento de un hijo cuando la realidad era que no había nacido con vida…
Preferí intentar olvidar lo que mi mente había absorbido hacía poco y decidí concentrarme en lo que pasaría después de la boda. Cuando la poca libertad que tenía se esfumara al unir mi vida a la de él. En el contrato había una clausula en la que Andrew y yo habíamos estado pensando durante mucho tiempo. En ella decía básicamente que si el matrimonio duraba cinco años o más, los negocios entre ambas familias no se podrían deshacer a menos que fueras por común acuerdo y se cuidaran las ganancias de ambas partes.
Así que pensando en eso, solo debía estar cinco largos años fingiendo ser feliz y luego de eso, debía luchar contra mi familia y los Wagton para poder divorciarme. Porque no, solicitar el divorcio luego de ese tiempo no era tan fácil como parecía. Estaba segura de que intentarían mantenernos unidos para que sus ganancias no se vieran afectadas mientras nosotros nos pudríamos.
Alejando mi mente de todo y por obligación, tuve que mantenerme serena y prácticamente sumergida en agua con hielo para que nada arruinara mi cutis o estado de ánimo. La presión se sentía en el ambiente y no era solo en mi habitación, el personal de la mansión estaba en constante movimiento y muy poco descanso. Me parecía absurdo tener a los empleados todo el día trabajando incluso cuando ya eran horas de reponer los esfuerzos utilizados, pero bueno, el que daba las órdenes de ese nivel era mi padre.
A través de la ventana de mi habitación podía ver cuando salía y se ocultaba el sol, día tras día. Cuando por fin me atreví a salir de mi caja de cristal como lo llamaba mi madre, lo hice para buscar el vestido. Quería tenerlo preparado para la ocasión y no tener que buscarlo el mismo día.
— Buenos días. — Saludé al entrar en la boutique.— Hola querida. — Balerie se acercó a mí con una gran sonrisa. — Justo estaba hablando con tu prometido sobre lo precioso que te quedó el vestido.
— Ah, ¿sí? — Pregunté, sabiendo perfectamente que no era Andrew el que estaba ahí.
— Está esperando por ti con el vestido. — Susurró.
— Gracias. — Preferí sonreír y hacer ver como si la noticia me alegrara para evitar un escándalo que pudiera afectar el apellido Colemman.
Ella no mentía, al lado del vestido se encontraba el supuesto Mikhail, quien al parecer ya no utilizaba las camisas de vestir porque no tenía que fingir ser alguien más. Llevaba puesta una camisa básica de mangas cortas y de color negra.Balerie se había quedado en el principio de la boutique con Rose por lo que no vio como pasé por el lado del falso prometido sin siquiera mirarlo. Tomé con sumo cuidado lo que había ido a buscar y avancé, pasando nuevamente por el lado del sujeto que se había puesto de pie y se acercaba a mí.
— Scarlet. — Me llamó con voz cansina.
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Perfecto Mentiroso©
Historia Corta💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 Debido a un contrato, el matrimonio arreglado de quienes habían sido mejores amigos desde la infancia, Scarlet Colemman y Andrew Wagton, estaba por llevars...