Una noche de tormenta

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Era una noche de tormenta en San Diego, sonaban los truenos y rayos se veían por todo el cielo. En la mansión Prixel, ya todo esta en calma, es de madrugada. En la recamara principal, reina el silencio. El alfa mayor esta acostado de lado, con un brazo estirado a lo largo de las almohadas, solo parpadea varias veces. Cuando abre los ojos puede apreciar la luz de su lampara de noche, que da una suave iluminación, bosteza, pero cuando tiene una mejor imagen de lo que pasa alrededor, se da cuenta que no está solo en la cama con su esposo. Su hijo mayor esta acomodado en su pecho, su compañero abraza al niño y cuando mueve la mano, puede tocar muy fácilmente el cabello negro de su compañero, pero cuando volteo hacia su torso, ahí estaba su pequeña princesa dormida encima de él. Parecía un perezoso dormido en una rama. El alfa solo se rio de manera ligera, quería ir a baño. Entonces con mucho cuidado se movió para empezar a moverse y no despertar a nadie. Cuando cargo a su hija con cuidado para ponerla en la cama, su omega aún con los ojos cerrados le hablo.

Isaac: ¿Félix?

Félix: Dime.

Isaac: ¿ A dónde vas?

Félix: Al baño, no tardo.

El alfa solo beso en la frente a los tres tesoros que estaban en su enorme cama y fue al baño. Cuando se estaba secando la mano se preguntó, ¿qué carajos estaban haciendo sus calabazas en su cama?

Félix: ¿Por qué llegaron a mi cama?

Entonces tratando de recordar se escuchó un gran trueno, haciendo que volteara a la ventana que se había iluminado con el potente trueno que parece que le ilumina la memoria... Cuando llego a su casa, encontró a Isaac y sus hijos debajo de la mesa de cocina. Su omega estaba abrazando a Benjamín y a Cali.

Félix: ¿Qué hacen ahí?

Isaac: Los truenos, les dan mucho miedo y aquí se sienten seguros.

Félix: ¿Benjamín? ¿Cali?

Benjamín: Papá Félix... Tengo mucho miedo...

Félix: ¿Por los truenos?

Cali: *escondiéndose en el pecho de Isaac* Suena muy feo

Félix también se metió debajo de la mesa y abrazo a Benjamín que se escondía en su hombro. La tormenta no iba a parar y por la hora sus calabazas ya deberían de estar dormidas.

Félix: No nos podemos quedar aquí toda la noche.

Isaac: ¿Tienes alguna idea?

Félix:Mmmmm

Isaac: Félix...

Félix: ¿Quieren dormir con nosotros calabazas?

Benjamín: QwQ ¿En verdad?

Félix: Claro, pero necesito que salgan de aquí abajo.

Cali: Tengo miedo...

Isaac: Los dos, aquí estamos papá Félix y yo, y no vamos a dejar que les pase nada, ¿ok?

Benjamín y Cali: Ok

Todos salieron debajo de la mesa, entonces Félix cargo a Benjamín que cada vez que escuchaba el estruendoso ruido se hacia bolita en el pecho de Félix. El alfa veía a su hijo con preocupación, a pesar de los años, seguía teniendo miedo, ya no era tanto, pero seguía con miedo. Solo lo abrazaba y le decía que no tenía nada de que espantarse. Su omega iba cargando a su princesa, que también se hacia bolita cada vez que escuchaba los ruidos. Después de que se pusieron la pijama, sus hijos se acomodaron en medio de la cama, Benjamín tiene a lado a Félix y Cali tiene a lado a Isaac. Les tomo un rato dormir, pero lo lograron.

Ahora Félix ve recargado en la pared a las tres personas mas importantes de su vida, dormidos en su cama. Antes dormía solo en esa gran cama, nadie se atrevía a molestarlo mas que este Tony, además siempre algún cuerpo llegaba, pero nunca salía por su propio pie... Ahora esa cama aparte de ser escenario de las noches de pasión con su omega, que le hace el amor con unas ganas inmensas, esa cama también se a convertido en escondite, en cuarto de juegos, la biblioteca y ahora en refugio gracias a sus hijos. Cuando los ve correr hacia él y gritarle papá con todas sus fuerzas y abrazarlo con tanto amor, siempre se sorprende de lo hermoso que es tenerlos...

Félix estaba sumido en sus pensamientos, cuando se dio cuenta que su princesa se había sentando en la orilla en la cama y se acercó a ella.

Félix: ¿Qué pasa Cali?

Cali estaba medio dormida, toda despeinada y solo veía a su papá Félix como si le hablara otro idioma.

Cali: Baño.

Félix: ¿Baño?

Cali: Aja, baño.

Félix: ¿quieres ir al baño?

Cali: Aja

Félix bajo a su hija de la cama con cuidado, pero la pelinegra lo seguía viendo y le alzo la mano. El rubio parpadeo y comprendido que quería que la llevara al baño. La tomo de la mano y la acompaño al baño, tuvo que alzarla para que se lavara las manos, entonces sus ojos azules se encontraron y su hija solo se acomodo en su hombro para que la llevara a la cama. Solo sonrió y fueron a la cama, cuando la acostó junto a él, su hija se volvió a sentar y la miro extrañado.

Félix: ¿Qué pasa?

Cali: Así no.

Felix: ¿Así no qué?

Cali: Como estabas.

Ambos se quedaron viendo, Félix se acostó otra vez de lado, como antes estaba acostado, entonces sintió como su niña se acomodaba como cuando abrió los ojos.

Cali: Así, buenas noches papá Félix:

Félix: *tratando de no reírse* Buenas noches Cali.

Félix solo sube con dificultad la cobija para taparlos a todos, volvió a entender el brazo, pero fue cuando sintió la mano de Benjamín en su playera.

Félix: ¿Qué pasa Ben?

Benjamín: Te fuiste...

Félix: Fui al baño, vuelve a dormir.

Benjamín: Si papá Félix *bostezando*

Félix: ¿Quién lo diría? Yo dando explicaciones de a donde voy y obedeciendo a una omega que no me llega ni a las rodillas...

Isaac: *viendo a Félix* ¿pasa algo?

Félix: No amor, tú también duerme...*viendo a su omega que cierra los ojos otra vez*

Pensamientos de Félix: ¿Quién lo diría? Yo el mejor alfa del puto mundo, traficante de armas y dueño casi de la mitad del mundo... Tengo que avisar hasta que voy al baño, ni me omega me pide tanta explicación jajajaja

FIN

CORTOS  BASADOS EN LA NOVELA DE DEAR BENJAMÍN Y7 LOVE BENJAMÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora