Mi esposo 5

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Isaac estaba recargado en su asiento en el avión, esa una especie de cabina para él solo, como un pequeño cuarto, con una pantalla, estiro las piernas, cerros los ojos y suspiro... ¿Por qué se habría ofrecido hacer algo como esto? Solo... Solo su instinto hablo, y cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, Félix ya le estaba dando la ubicación de donde estaban los benditos papeles... Les tuvo que mentir a sus bebés que iba a salir a ver unas flores especiales para su negocio, pero que iba a volver el domingo, que todo iba estar bien, si les decía que iba con Félix ellos llorarían hasta que lo acompañaran. Pero tenía tantas ganas de ver a su esposo, sentir su calor, mirar sus ojos, acariciar su cabello, sería una mentira que digiera que no anhelaba sus besos y sus noches de pasión, también extrañaba eso, pero parecía que se iba a morir si no lo tenía cerca un momento más. Tuvo que abrir los ojos cuando una azafata le pregunto si quería comer ya, el pelinegro acepto y espero que con la comida se le hiciera más corto el viaje... Tenía tantas ganas de ver a su amado alfa.

Mientras tanto Félix había mandado a limpiar todo el cuartel, estaba escondido en un viñedo, pero quería que todo estuviera perfecto para cuando llegara a Isaac, era una casa pequeña de dos plantas, pero el sótano era realmente impresionantemente grande, pero ahora estaba muy feliz, iba a ver a su esposo, su amado Isaac. Desprendía alegría pura, mando a Jack por Isaac, mientras Tony estaba viendo en el desván como limpiaba sus armas de fuego.

Tony: ¿ya casi termina de limpiarlas señor?

Félix: Si, quiero que Isaac vea estas nuevas adquisiciones, además quiero que se quede alguna, por cierto, ¿ya está la comida?

Tony: así es, cerca del viñedo como ordeno.

Félix: No se te van magnífico este viñedo como el que tengo en Italia o en Francia, pero es pasable, espero que a Isaac le guste.

Tony: Creo que, si le gustara, tiene un paisaje bonito.

Félix: Pero no deleite como mi Isaac

Tony: Espero que vuelva pronto, necesitamos esos documentos, antes de su comida... (pensado: antes de que se coman, mejor dicho)

Félix estaba como en sus nubes, pero espanto a Tony cuando dejo lo que estaba haciendo como si hubiera olvidado algo importante, solo vio la prisa que tenía, parecía que estaba corriendo un maratón por lo rápido que iba, pero se paró en la baranda de las escaleras como si estuviera muy emocionado, sus feromonas delataban su felicidad. Cuando el alfa olio a su omega a pesar de la distancia, no pudo evitar en ir en su búsqueda, su instinto le decía que tenía que buscarlo, que estaba ahí, quería tenerlo entre sus brazos ya y su pupila se dilato cuando vio a su Isaac en la planta baja, vestido de pantalón negro, playera azul marino, con la chaqueta en la mano y un portafolio, mientras caminaba a lado de él Jack con una pequeña maleta.

Isaac volteo hacia arriba y su cuerpo tembló al ver su bello alfa, que lo veía de la parte de arriba y parecía que se iba a lanzar desde ahí, fue cuando alzo la voz.


Isaac: Ni se te ocurra, usa las escaleras como toda persona normal, no te quiero llevar al hospital.

Félix: ¿crees que me voy a romper? No soy tan débil cariño, soy el mejor puto alfa dominante del mundo, ¿recuerdas?

Isaac: Lo sé, pero quiero a mi esposo entero. 

CORTOS  BASADOS EN LA NOVELA DE DEAR BENJAMÍN Y7 LOVE BENJAMÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora