En el embarazo de Isaac Algunos problemas 1

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Los embarazos son complicados, aunque son hermosos, son complicados y más cuando te encuentras personas crueles en el camino. Muchas cosas no salen como se esperan, pero te muestran mejores cosas.

Isaac experimento un evento desagradable pero que le ayudo a comprender que ya no estaba solo, que había personas que lo aman y lo cuidarían siempre.

El omega está sentado en el jardín con Benjamín contándole un cuento, el pequeño rubio podía ver muy bien las ilustraciones coloridas y las figuras que incluso podía tocar. Félix se dedicó a llenar el cuarto de Benjamín con libros muy bonitos, unos eran solo para leer, otros para recortar, otros para colorear, mucha variedad para que su calabaza no estuviera pegada en una pantalla.

Benjamín estaba acomodado en el pecho de su papá Isaac, mientras veía y prestaba atención, ponía su manita en la pancita de Isaac, le gustaba sentir a su hermano o hermana que estaba ahí a dentro. El rubio miro a Isaac y sus miradas se encontraron.

Benjamín: Papá Isaac.

Isaac: ¿si?

Benjamín: Papá Isaac, ¿le vamos a leer al bebé cuando llegue?

Isaac: Si, ¿te gustaría leerle este cuento?

Benjamín: *negando con la cabeza* No, mi hermanito o hermanita tiene que tener un cuento especial para cuando se duerma, ¿podemos ir a conseguirle uno?

Isaac miro a su bebé con cara de sorpresa, era cierto, estaba muy contento al saber que iba a tener un hermano o hermana, pero lo que era cierto es que al omega le causaba un poco de incomodidad salir... En el embarazo de Benjamín siempre se escondió y salió solo para lo mas necesario, entonces aún tenía algo de miedo, pero no sabía cómo decirlo, además esos ojos azules lo miraban con una alegría y una expectativa. No estaba seguro de que responder, cuando sintió las manos de su alfa en sus hombros. La pupila negra vio a la azul prusiano y no pudo evitar sonreír y relajarse.

Félix: ¿Qué hacen?

Benjamín: Papá Isaac me lee un cuento, papá Félix, ¿podemos ir a conseguirle un libro así a mi hermanito?

Félix: Sería buena idea, además podemos aprovechar que a papá Isaac compra la cobijita de patitos que vio.

Isaac: ¿No crees que serían muchas cobijitas?

Félix: No lo sé, pero vamos a pasear los 3.

Isaac: ¿Qué hay de mi mamá y Noah?

Félix: Pues cuando llegue estaban en la sala viendo Titanic, y Noah, estaban discutiendo si el realmente el tal Jack estaba bueno o no...

Isaac: Jajaja, pues vamos.

Siempre que Félix estuviera a su lado, Isaac se sentía bien. Además, no tenía nada de malo disfrutar un paseo con sus dos rubios, era bonito poder disfrutar incluso una ida al centro comercial común y corriente, además ¿no era normal ya ver omegas hombres en embarazo? Ya no estaba siendo perseguido, podría salir con libertad. Tomo la mano de su alfa, el rubio le sonrió, ya había dado la orden de que preparan el auto. Benjamín fue por un suéter para él y para su papá Isaac y una mochilita donde llevaba galletas y algunos juguetes.

Cuando llegaron al centro comercial, al primer lugar donde fueron los tres fue a la librería, el pequeño rubio estaba muy emocionado por encontrar ese libro especial que le iban a leer a su bebé. Isaac veía la escena de Félix sentado en el piso de la librería con Benjamín, en la sección para niños, los dos rubios discutían cuál sería más bonito para el bebé. Isaac también veía los libros que tenía cerca, pudo encontrar un libro de plantas y otros de flores, así que decidió llevárselos y hubo otro que le llamo la atención, era el libro de un pequeño ratón con sus hermanos. Después de estar por lo menos dos horas dentro de la librería, ya que también se llevaron algunos libros que quería el alfa, salieron de ahí y se fueron a la tienda donde habían visto la cobijita que le había gustado a Isaac.

Pero cuando entraron a la tienda, el omega se sintió demasiado observado y en la tienda todos empezaron a cuchichear entre sí y solo se podía escuchar "¿eso es un omega?, que raro... Si no le hubiera visto el vientre..." Isaac se empezó a sentir nervioso, pero sintió como la mano de su bebé lo jalaba para ir a ver los peluches.

Benjamín: Papá Isaac, ¿podemos llevarnos ese?

Isaac: ¿El conejo?

Benjamín: Los dos conejos, son hermanitos.

Isaac: ¿Estas emocionado por conocer a tu hermano o hermana Benjamín?

Benjamín: ¡¡SI!! Ya quiero verlo, para poder contarle el cuento y que juguemos con el tío Noah y que coma galletas con la abuela Pina y sobre todo enseñarle mi caballo.

Isaac escuchaba muy emocionado lo que su pequeño quería hacer con el próximo bebé que se había olvidado de todo lo demás, era bonito, en verdad era hermoso poder tener un momento así, aunque no le gustaba ver como su esposo terminaba comprando no solo la cobijita que le había gustado, sino que también parecía enamorarse de la ropa o zapatos para bebés. Esta vez aparte de la cobijita y los conejos, se terminaron llevando un porta bebé de tela, mas ropa y otras cosas. Ahora los hombres de Félix estaban cargando un montón de bolsas, este Isaac los miraba preocupado.

Isaac: ¿No crees que es mucho?

Félix: ¿Mucho? Me falto comprar el balón, y unos parches y...

Isaac: Basta, ya son muchas cosas, creo que incluso ya nos pasamos...

Benjamín: TwT ¿Entonces ya no vamos a leerle al bebé?

Félix: ¿En verdad no vamos a leerle al bebé Isaac?

CORTOS  BASADOS EN LA NOVELA DE DEAR BENJAMÍN Y7 LOVE BENJAMÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora