Mi esposo 8/FIN

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Después de que Félix e Isaac se estuvieron comiendo por un día entero, el sol apareció ante los ojos del rubio de manera molesta...Parpadeo de manera perezosa y cuando volteo a lado tenía a su Isaac estaba dormido a su lado, acurrucado en su pecho, su cara estaba se ocultaba del sol. Félix podía observar encantado a su omega, su cabello negro completamente despeinado, su piel marcada por sus dientes y labios, podría ver algunas marcas que se ponían moradas, su cuerpo desnudo y completamente relajado, su respiración lenta. Podía observar las cicatrices de su cuerpo... Estaba sonriendo de una manera que parecía que iba a salir en un comercial, era tan bueno tenerlo, solo empezó acariciar esa bella espalda y le beso la cabeza antes de pararse, iría por el desayuno. Tapo a Isaac con una sábana, no lo limpiaría ahorita, tenía otros planes para el baño, entonces puso un pantalón de pijama y salió de la habitación solo para encontrar en el piso de abajo a Jack con un spray.

Félix: ¿Qué haces Jack?

Jack: jefe, buenos días... Roció desodorante para feromonas.

Félix: ¿Para qué?

Tony: Para que podamos estar en esta parte de la casa, desde que llego el señor Isaac, sus feromonas llegaron hasta aquí y le ha sido casi imposible para algunos entrar.

Félix: Ay, que collones, hace un buen clima para hacer sábado.

Tony: Es domingo

Félix: ¿Domingo?

El rubio solo sonrió de manera idiota y se fue a la cocina para que le preparan el desayuno para su omega y para él, parecía muy feliz... Pero para los demás la cantidad de feromonas arrojadas así eran una molestia e incluso causaban miedo, además Jack y Tony, esperaban que realmente Isaac se pudiera mover para poder irse el domingo, pero quien sabe.

Mientras Félix esperaba que le pusieran las cosas para el desayuno, se sentó para tomar su teléfono y llamar a casa, puede que sus calabazas se hayan puesto intranquilos por no recibir su llamada. Cuando contestaron, era Jessica, le pregunto si estaba bien y si sabía algo de Isaac, ya que no habían sabido nada de él desde el viernes. Félix calmando a su suegra, le dijo que todo estaba bien, que su hijo estaba con él, solo que habían estado ocupados, escuchando eso, la pelinegra se tranquilizó y se escuchó llamo a Benjamín y fue cuando el corazón del rubio latió fuerza al escuchar a su bebé.

Benjamín: ¡Papá Félix! ¿por qué no me llamaste? Eres malo.

Félix: Perdóname bebé, pero tuve mucho trabajo y no pude hablarte, pero aquí te estoy llamando, ¿cómo estás? ¿si terminaste la papa de colores? ¿ya jugaste con tu hermana?

Benjamín: Papá Félix... No sé dónde este papá Isaac y me siento triste por eso...

Félix: No te preocupes mi amor, yo lo localizo y le digo que te llame, no te preocupes, ¿ok?

Benjamín: ¿Lo prometes por tu meñique?

Félix: Claro que si mi bebé.

Benjamín: A bueno, mi papa ya la terminé, tienes que verla, me quedo muy bonita, además ahorita estoy pegando estambre en un cuadrado, es muy difícil...

Félix: Lo debe de ser mi amor, espero verlo pronto, le diré a tu tío que me mande fotos, ¿quieres que practiquemos juntos eso?

Benjamín: ¡Mejor jugamos en los columpios! Callie ni yo nos hemos subido, pero ahorita esta dormida en su cuna.

Ambos hablaron un rato más, el rubio se dio cuenta que la bandeja estaba lista, dio las gracias, dejando anonadada a la persona que lo hizo, tomo la bandeja y empezó a dirigirse hacia arriba con una feliz sonrisa, cuando entro a la habitación puso la bandeja en una pequeña mesa y colgó con Benjamín. Su pelinegro seguía dormido, se acercó a la cama y le beso la frente y sintió como el pelinegro extendió su brazo para abrazarlo, haciendo que Félix se emocionara y lo abrazara también.

Isaac: ¿Félix?

Félix: Buenos días mi bello durmiente, ¿cómo estás?

Isaac: Adolorido... Pero feliz de verte

Félix: Eres hermoso, siéntate, te traje el desayuno.

Isaac: *sentados y tallándose los ojos* Félix no he llamado a mi mamá o Benjamín desde ayer.

Félix: Dirás desde el viernes.

Isaac: ¿Qué?... No me digas que...

Félix: Nos pertenecemos mi amor, además también me hacías falta.

Ambos se miraron y se besaron, el rubio tranquilizo a su esposo, diciendo que ya había hablado con su madre y con Benjamín y que ambos estaban bien, que desayunaran tranquilos. El pelinegro suspiro y acepto comer el desayuno en la cama junto a su rubio. Después de comer, ambos se metieron a bañar, a Isaac le costaba un poco caminar, así que Félix tuvo que cargarlo. Para el trauma de Isaac había perdido su vuelo, se supone que iba a irse a las 7am, y cuando checo su celular ya eran las 13:00pm. Suspiro y llamo a Benjamín para decirle que estaba bien, hablo un rato con su bebé y su mamá, además de preguntar por Callie, tenía que seguir con la discreción de que no estaba con Félix. Cuando termino su llamada, Félix lo estaba esperando afuera del cuarto, le dijo a su alfa lo de reservar su nuevo vuelo, le dijo que no tenía nada de qué preocuparse, que el jet lo llevaría. Paso el tiempo tan rápido para los dos, mientras Félix ahora si le enseñaba las armas del desván, le enseñaba las barricas del vino, una bodega de armas...Y cuando menos se dieron cuenta el rubio ya lo estaba llevando al aeropuerto, cuando llegaron, ambos parecían tristes de tener que despedirse. En el hangar privado del rubio que estaba siendo custodiado por sus hombres, solo estaban alfa y omega abrazados, para despedirse...

Isaac: Termina pronto para que llegues a casa, ¿entendido?

Félix: Si mi capitán.

Isaac: ¡Félix! Jaajaja, no hagas eso.

Félix: Me hacías tanta falta y siempre me haces falta, quédate ¿sí? Y mando a traer a las calabazas y a mi suegra y al imbécil de Noah, y cuando termine nos vamos un rato a Hawái.

Isaac: suena tentadora la idea, pero prefiero que termines, tu hijo sigue en ciclo escolar, además le prometiste que cuando llegaras iban a montar al caballo... Además, que tu hija no se duerme si no te escucha, así que termina... Tú también me haces falta...

Ambos se abrazaron con fuerza y se besaron para que el pelinegro abordara el jet privado, les costó mucho separarse, pero antes de subir al avión, Isaac le susurro algo en el oído a Félix antes de correr al avión, dejando al rubio como en shock y sonriendo. Vio el alfa como se fue el avión y tenía una sonrisa de oreja a oreja que le daba miedo a Tony y a Jack, pero tenían miedo a preguntar.

Félix: Muy bien, terminemos el trabajo lo más rápido posible.

Tony: Eso suena bien, ¿por qué tanta prisa?

Félix: Mi esposo me dijo que me quería en nuestro cuarto y quien soy yo para negárselo...

Tony:... Eso le dijo, bueno...

Mientras tanto en la mente de Félix solo estaban flotando las palabras de Isaac: "Termina pronto, para que hagamos el amor... Quiero hacerlo en nuestra ducha..."

CORTOS  BASADOS EN LA NOVELA DE DEAR BENJAMÍN Y7 LOVE BENJAMÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora