Llevo cerca de diez minutos en el baño, tal vez menos, tal vez más, no lo sé a ciencia cierta. Lo que sí sé es que mis mejillas están manchadas de lágrimas y mi maquillaje se ha corrido un poco. Debo arreglarlo o tendré que dar explicaciones que no me puedo dar ni a mí misma.
¿Por qué demonios lloro por sus palabras? ¿Por qué me afecta cuando me dije a mí misma que lo olvidaría? ¿Y por qué demonios tuve que fijarme en un tipo como él? Deseo volver el tiempo atrás y nunca haberme acostado con él.
Jamás haber permitido que esa noche en el invernadero sucediera, porque esa noche fue el inicio de todo este problema, problema que debo dejar atrás de una vez por todas. Derek debe estar buscándome y yo no puedo pasar toda la tarde encerrada en el baño. No puedo sollozar más como una niña pequeña. Tampoco puedo dejar que Neal se dé cuenta lo mucho que me afectan sus palabras, lo mucho que me hieren.
Ya habrá tiempo de llorar en casa.
Comienzo a arreglar mi maquillaje corrido sin dejar de pensar en Neal y la supuesta pelirroja con la que estuvo. ¿Será cierto? ¿O solo lo dijo para herirme por haberme encontrado con Derek a punto de hacerlo? Sacudo la cabeza ante esto, pues es lo más improbable. Por su extenso historial de amantes es más probable que sea cierto, lo cual hace que mis ojos se llenen de lágrimas de nuevo. No dejo que salgan esta vez. Termino de arreglarme y salgo en busca de Derek. Al no encontrarlo en su habitación, imagino que está con Camila, así que me dirijo a la recámara de Lara. A ella la encuentro frente a la cama con mucha ropa interior esparcida sobre esta.
—Parece como si un tornado pasó por aquí. —Me siento en la silla del escritorio.
—No sé cuál usar —musita y me observa—. Es tan difícil escoger uno.
—Usa el que más te guste —respondo con desdén.
—No. Ese sería el de estampado de leopardo y no quiero parecer como que esperaba acostarme con él. Quiero que parezca algo espontáneo.
Frunzo el ceño.
—¿Quieres que algo planeado resulte espontáneo? —cuestiono con incredulidad.
Sacude su cabeza.
—No planeamos tener sexo, solo me pidió salir.
—¿Y no significa para ti salir igual a tener sexo?
Deja caer el sujetador fucsia sobre la cama y se siente en una esquina.
—No he tenido sexo con Seth, y eso me preocupa. Me le insinué innumerables veces ayer cuando estuvimos solos y él no quiso hacer nada. ¿Quién deja pasar una oportunidad como esa? Joder —exclama y alza las manos.
No sé qué decir sobre esto.
Lara se acuesta con quien quiere y cuando quiere, es por eso que los chicos de la escuela se interesan tanto en ella. No quieren una relación y ella tampoco, sólo quieren divertirse y vivir el momento. Supongo que ahora que Seth no se ha acostado a la primera con ella está confundida.
—¿Será que es gay? No, no puede serlo. Me ha besado y no besa como un gay.
Río ante lo que dice y me gano una mala mirada suya.
—¿Qué es tan gracioso?
—Estás comparando los besos de Seth con los de un gay. ¿Acaso has besado a un gay?
Frunce el ceño.
—Pues no, pero ¿le encuentras otra explicación al porqué no quiere tener sexo conmigo?
Sacudo la cabeza y me levanto, me siento junto a ella y aprieto un poco sus manos.
—Quizá Seth no está interesado en ti solo sexualmente.
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Resistirse a lo prohibido ¡Disponible en Físico!
Teen Fiction¿Qué tan indebido es fantasear con el papá de tu novio? Es la pregunta que Natalie James se hace cada vez que debe ver a Neal Black, un hombre que le dobla la edad pero no por eso deja de ser atractivo. Tiene un cuerpo sensual, labios esculpidos y m...