—¡Natalie!
Agitan las manos frente a mí.
—¿Qué pasa? —pregunto al darme cuenta de que Chloe y Lara me contemplan.
—Te he llamado como cinco veces —suelta Chloe—. ¿Se puede saber qué te sucede?
Observo a otro lado con rapidez.
No puedo dejar de pensar en lo ocurrido el fin de semana que pasó. Lara celebró su cumpleaños número dieciocho y había hecho una gran fiesta. Derek volvió. Su enojo de cuando se marchó parecía esfumado, hasta que quiso que tuviéramos sexo y yo alegué estar en mi período, el cual todavía no vendría. La razón por la que le mentí era porque no quería tener sexo con él, solo quería tenerlo con Neal, con el cual no pude tener ni un polvo rápido en el baño porque Camila estuvo presente en el cumpleaños de su hija.
—Me preocupa el recital de primavera de la academia —miento—. Quiero el papel principal.
No miento del todo. Quiero ese papel, solo que no es mi mayor preocupación.
—Relájate —indica Lara con una sonrisa—. Les patearás el trasero. Eres una excelente bailarina.
—Gracias. —Sonrío, orgullosa.
—Estoy de acuerdo con Lara, bailas genial —concuerda Chloe—. ¿Qué obra será?
—El Cascanueces.
—Awww —dicen al unísono.
—Supongo que quieres ser Clara —comenta Chloe.
—¿Y quién será el cascanueces? —curiosea Lara—. Dime que el tipo caliente de cabello negro que vi el viernes.
Blanqueo los ojos.
Lara fue por mí a mi clase de ballet del viernes, ya que papá no podía recogerme y Chloe estaría ocupada. Seth, el tipo caliente de cabello negro, habló conmigo mientras esperaba a Lara, quien le dio una mirada descarada al verlo cuando llegó.
—Chica, tienes que calmar tus hormonas. —Chloe casi escupe las palabras.
—¿Qué? —Lara finge estar indignada—. No es un pecado que me guste el sexo. Además, el hombre está para comérselo, ¿o no, Natalie?
—No me preguntes a mí —exclamo.
El único que me parece caliente ahora es Neal.
No volvimos a estar juntos desde la noche que se quedó en mi casa a dormir. No ha llamado y yo tampoco lo he hecho por temor a que esté con su esposa o, peor aún, con otra amante. En el fondo temo que se haya aburrido de mí y que haya buscado a otra. No dejo de pensar en él ni de estar pendiente por si una llamada suya aparece, pero nada de eso llega y comienza a preocuparme la necesidad que siento de verlo, besarlo y hacerlo mío. En definitiva, los cinco minutos que lo vi en casa de Lara no cuentan, ya que fueron totalmente impersonales, y yo quiero más. ¡Necesito más!
—Es cierto —corrobora Chloe—. Natalie tiene novio, así que no puede pensar en chicos calientes.
—Pero sí puede admitir que lo están, y Seth lo está. Admítelo, Natalie.
—¿Tú no tenías novio? —barbullo.
—Uh, no. Salgo con chicos, no tengo novio —responde Lara con una sonrisa—. Solo ustedes se animan a entrar en una relación, ¡y a larga distancia! ¡Qué horror! —Lleva sus manos a su rostro y hace una expresión de horror—. No sé cómo lo soportan. Bien podrían estarlo haciendo con uno de los muchos chicos guapos de por aquí. Menos Seth, él es mío.
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Resistirse a lo prohibido ¡Disponible en Físico!
Teen Fiction¿Qué tan indebido es fantasear con el papá de tu novio? Es la pregunta que Natalie James se hace cada vez que debe ver a Neal Black, un hombre que le dobla la edad pero no por eso deja de ser atractivo. Tiene un cuerpo sensual, labios esculpidos y m...