Resistirse a lo prohibido ¡Disponible en Físico!

Capitulo 36

—¿Podrías cubrirme mañana en la noche? —le pregunto a Chloe.

Ella despega su vista de la calle unos segundos para verme y luego vuelve su vista al frente.

—¿Estarás con Neal? —gorjea.

—¿Tu qué crees?

Suelta una carcajada, haciéndome reír también.

—De acuerdo, sí, lo haré. George estará con su esposa esa noche. Aparentemente ella quiere volver a avivar el fuego de la pasión entre ambos.

—¿No te molesta saber eso?

Sacude la cabeza.

—Te dije que lo nuestro no es una relación como tal y que todo acabará cuando me vaya. En parte me alegra que su esposa lo intente, así él tendrá con quién entretenerse.

No digo nada más porque no sé qué decir. Si Camila intentase avivar el fuego de la pasión con Neal, estaría preocupada. La mujer es bastante sexi, cualquiera caería a sus pies.

—¿No ves a Neal desde que los encontré en tu casa?

Atrae mi atención.

—Nos vimos ayer, pero solo unos minutos en su auto. Delanie pasará toda la semana en casa, así que no podemos vernos allí.

—¿Dónde se verán mañana entonces?

—Un hotel. Él no lo quería, pero es el único lugar donde nos podemos ver más de unos simples minutos.

—El polvo rápido en un auto nunca es suficiente —bromea ella con un suspiro.

—No, no lo es —concuerdo.

—Siempre pueden hacerlo en la cama que comparte con su esposa. Eso es realmente excitante.

Río.

—No cuando la esposa podría llegar en cualquier momento. —Muerdo mi labio—. Aunque ahí fue donde lo hicimos por primera vez.

—Neal no tiene escrúpulos, ¿no?

—No —sonrío—, pero es parte de su atractivo.

—Todo en él es atractivo.

Detiene el auto frente la escuela. Bajamos de él y caminamos juntas hasta el interior de la misma.

—¿Alguna vez creíste que tú y yo mantendríamos esta conversación? ¿Nos imaginaste siquiera con dos hombres mayores y casados? —curioseo.

—No, pero me alegra no ser la única que disfruta de esa clase de diversión.

—¿Qué clase de diversión? —Lara aparece de repente.

—La de cantar canciones en la radio de camino a la escuela —responde Chloe y abre su casillero.

Me sorprende la facilidad con la que responde. Tantos años conociéndola y no tenía idea de que podía mentir con tanta facilidad. .

—¿Qué tiene eso de divertido? —vuelve a preguntar Lara.

—Mucho. —Esbozo una sonrisa.

Chloe y yo reímos. Lara entorna los ojos.

—A veces no las entiendo —musita—. Como sea. Natalie, tú y yo tenemos que hablar.

—Ah, ¿sí? ¿Sobre qué? —inquiero, curiosa.

—Mañana después de tu clase de ballet quiero que salgas con Seth y conmigo.

Mis cejas se alzan.

—¿Estás de broma? No voy a salir con ustedes.

Se cruza de brazos.