—¡Ni hablar! —grita Neal—. ¿En serio creíste que estaría de acuerdo con eso?
Suspiro con pesadez. Sabía que no le agradaría. No sé por qué tuve que contarle el plan de Chloe, pero es mucho mejor que el que hemos ideado él y yo.
—Cariño, yo tampoco estoy bien con ello, pero Chloe tiene razón.
—Tú y yo tenemos un plan, Natalie. ¿Acaso eso no vale?
—Por supuesto que lo hace.
—Entonces, ¿por qué lo cambiaste?
—Porque me di cuenta de que podría traernos más problemas. —Cuando no dice nada, prosigo—. Neal, cariño, si le digo a Daniel que estoy viendo a alguien más, se lo contará a Seth y él se lo contará a Lara. Si eso pasa, tú y yo nos meteremos en problemas.
—No me gusta ese chico, Natalie.
—A mí tampoco me gusta. Me gustas tú —susurro.
—Pensé que me amabas.
Por la manera en que lo dice, sé que sonríe.
—Oh, sí, lo hago, aunque a veces hagas difícil hacerlo.
Suelta una carcajada.
—¿Así que yo lo hago difícil?
—Ajá —respondo entre risas—. Con todos esos celos...
—Te gustan mis celos —me interrumpe.
—A veces —mordisqueo mi labio—, pero no cuando te hacen enfadar. Si realmente crees que no es buena idea salir con Daniel, no lo haré.
Suspira al otro lado de la línea.
—No permitas que te toque y no dejes de llevar el collar.
Sonrío.
—Solo me gusta tu toque.
—Es el único que conseguirás, pequeña.
Tocan a la puerta.
—Cariño, hora de irme. Creo que es papá.
—De acuerdo. Te llamaré mañana cuando esté esperándote.
—Está bien. Te amo.
Espero para recibir un "yo te amo más" de regreso para cortar. Me levanto de la cama y camino hacia la puerta, donde papá me espera con un trozo de pastel de piña en la mano.
—No quisiste postre después de la cena —dice a modo de explicación.
—Tengo un recital a la vuelta de la esquina, no puedo permitirme subir de peso —respondo.
—No vas a subir de peso solo por un trozo. —Estira la mano y mueve el plato frente a mi rostro—. Vamos, solo un poco.
Río y le permito pasar a mi habitación. Nos sentamos en la cama y comenzamos a comer.
—¿Qué tal estuvo tu noche en casa de Chloe?
—Bien. Nos acostamos a dormir muy tarde.
—Ya lo creo. Pasaste toda la tarde durmiendo.
Sonrío, apenada.
—No dormí nada anoche.
No por las razones que él cree, pero ojos que no ven...
—Lara llamó un par de veces. Dijo que vendría mañana después de almuerzo. —Hago una mueca. Lo más probable es que no venga sola—. ¿Qué ocurre?
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Resistirse a lo prohibido ¡Disponible en Físico!
Novela Juvenil¿Qué tan indebido es fantasear con el papá de tu novio? Es la pregunta que Natalie James se hace cada vez que debe ver a Neal Black, un hombre que le dobla la edad pero no por eso deja de ser atractivo. Tiene un cuerpo sensual, labios esculpidos y m...