[20]-Estrellas Fugaces

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Advertencia: Lectura para mayores de 18 años en adelante, contiene situaciones de tema erótico y sexual. Lenguaje ofensivo y vulgar.

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Capítulo XX: Estrellas Fugaces

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"Dentro de 10 años regresare por ti"

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"Evita huir de mi"

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Dentro de una habitación se escuchaban los gemidos y jadeos que retumbaban en las paredes, el sonido de la cama matrimonial meciéndose a los movimientos de los amantes. Un suspiro y una caricia, eran sus respuestas durante la noche.

- - Mabel... - Hablo con una voz ronca el demonio, sujetando con las manos las caderas anchas femeninas y acariciando sus piernas lisas y cremosas. – Estás tan estrecha y caliente querida, y eso que cogimos hace dos días. - Soltó un gemido cuando la sintió moverse un poco más rápido a su mujer.

- - Ah... Ah... se siente bien. – Gemía dulcemente sintiéndose agradable de tenerlo en su interior. Colocando sus manos en el abdomen del rubio, para impulsarse en sus movimientos de vaivén. – Bill ~

- - Te gusta Estrella fugaz. – Lanzando unos gruñidos y más suspiros cargados de placer. Cuando sintió sus uñas arañar suavemente la piel. – Veo que sí. – Soltando otro gemido ronco.

- - Si... - Dijo con timidez en sus mejillas rojas.

- - Eres hermosa querida. – La sujeto fuerte de la cintura para aumentar la velocidad de sus embestidas siendo más profundas y placenteras entre ellos. – Estoy por llegar.

- - No... h-hay....aah... problema. – Dándole una mirada tierna y cristalina de sus ojos. – Yo también lo deseo.

Abrazo su cuerpo cuando dio sus últimas estocadas llegándose a correr en el interior de la castaña, ella lanzo un grito cuando llego al orgasmo, temblando ante la sensación escalofriante y excitante. Sus cuerpos sudaban y respiraban agitados. La chica cayó a su pecho acariciando su piel y besando su cuello. Hasta que el rubio se inclinó y capturo sus labios en un suave beso que ella gustosamente correspondió, el beso fue subiendo de tono siendo uno íntimo y profundo entre ellos, pero de repente unos golpes en la puerta le hicieron parar y mirar a la puerta de madera oscura.

- - Supongo que llego. – Dijo el rubio lanzando una sonrisa.

- - Bill... - Dijo ella enarcando una ceja. – Se te olvido cierto.

- - Que puedo decir. – Sonriendo ladinamente hacia ella. - Me tentaste cuando te vi con ese camisón amarillo con negro y con cascabeles pequeños.

- - ¿Y el cuento para dormir el niño? – Dijo. – Me prometiste que le ibas a leer uno.

- - Si se lo leí. – Pero vio que la chica le lanzo una mirada intrigada y sospechosa al demonio, sin llegar a creerle la mentira. – Esta bien... tal vez lo dormí un poco con mis poderes.

- - Bill Cipher solo tenías que leerle un poco. - Dijo ella con las mejillas levemente infladas y haciendo un mohín.

- - No te molestes. – Besando sus labios.

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