░▲Identidad Oculta▲░

[03]-Una Función de Medianoche solo para ti

Advertencia: Lectura para mayores de 18 años en adelante, contiene situaciones de tema erótico y sexual. Lenguaje ofensivo y vulgar.

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Capítulo III: Una Función de Medianoche solo para ti

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A la mañana siguiente fue escalofriante cuando vi a mi hermano sentado en la cama observándome con una sonrisa grande en su rostro, mostrándome sus dientes filosos. Sus ojos tenían un extraño color ámbar con la pupila rasgada al igual que la de un felino. Su piel lucia más pálida y enferma.

- - Dipper... - Llame preocupada. - ¿Te sientes bien?

- - Lo estoy. – Contesto con una voz profunda. - ¿Qué te sucede hermanita? ¿Quieres que te haga compañía? Aún es muy temprano, ¿Dormimos juntos? – Me acerque a su cama para colocar mi rodilla sobre su colchón hundiendo mi peso, mientras veía el rostro asustado de aquella preadolescente.

- - Descuida estoy bien, yo ya tengo que levantarme. – Mencione alejándome un poco de él hasta toparme con la pared de madera. No sabía porque tenía miedo de que se me acercara.

- - Hermanita ¿podrías acariciar mi cabeza? – Acostándose en su cama para colocar su cabeza en sus piernas. – Estado muy cansado con esto de la búsqueda del Dia... ¡Autor! Y yo realmente lo necesito. – Riendo suavemente, restregué mi cabeza contra sus muslos. – ¿No lo merezco? – Sentía su temblares y podía escuchar perfectamente esos pensamientos de confusión.

- - Lo siento... no sé en qué estaba pensando. – Sonríe con timidez dirigiendo mis manos a acariciar sus cabellos cafés y descubriendo su marca de nacimiento. "En verdad eres tú Dipper" Pensé un momento mientras veía el color de su piel contra la mía, su temperatura también era diferente "Estará enfermo" "Su mano ¿se habrá puesto peor?" Entre más pensaba, más me asustaba y mis manos no dejaban de temblar, cada vez que las pasaba por su pelo.

- - Creo que debemos de prepararnos. – Parando la mano de la niña mientras se levantaba de su regazo y acomodaba su cabello. – Debes estar lista para el show hermanita.

El demonio lanzo una mirada a la esquina observando como el gemelo Pines se jalaba los cabellos mientras seguía llamando a su hermana; con intentos inútiles por comunicarse con ella. Bill adoraba hacer sufrir a Dipper, a la vez que hacía sentir culpable a su hermana.

- - Ahora a buscar el diario – Murmuro saliendo de la habitación.

[...]

La niña aún seguía sentada en medio de la cama con el corazón golpeando, su cuerpo no paraba de temblar. Cuando toco la piel de su hermano gemelo se sentía terriblemente fría y frágil su piel; como si fuera papel que pudiera romperse con un simple roce. Se levantó temblando y sudando frio, los recuerdos de anoche en la cena y la mano herida de su hermano la golpearon de repente. Se sentía culpable debido a la discusión que tuvieron. Camine por el cuarto tratando de calmarme, saque de mi equipaje una falda fucsia y un suéter rosa con la imagen de un pony.

- - Él dijo que todo estaba bien. – Se repitió esa frase para calmar sus nervios. Se acercó a la cama de su hermano que seguía intacta, más bien recogida como si nunca lo hubiera utilizado para dormir. – ¿Habrá estado buscando el autor?, pero si él nunca tiende su cama.

Trato de olvidar un momento el asunto y se palmeo sus mejillas para alejar esos pensamientos extraños. A lo mejor sacaba sospechas innecesarias, culpo la obra de teatro por haberle arrebatado su descanso e interrumpir en la ayuda de la búsqueda del autor de los diarios. Se acercó al espejo y se dio a sí misma una sonrisa de ánimo.