Rotos🖤

Eres tú

DAMNARE

Después de unas palabras del director, en la mesa apareció un sinfín de comida, no fue hasta ese momento en que me di cuenta de que moría de hambre.

Cuando terminé de comer unas deliciosas piernas de pollo y mucho puré de papa, aparecieron lechuzas, haciendo sus respectivas entregas y para mi sorpresa a mí me llegó algo, era una caja envuelta en periódico y una nota que decía:

Para un buen inicio de clases.

No tenía firma, pero en cuanto quité la envoltura fue muy obvio que había sido Dumbledore, eran los libros que correspondían a mis clases y un par de plumas. Miré hacia donde él, y le envié una pequeña sonrisa en agradecimiento.

—¿Planeabas iniciar tus clases sin libros?

Malfoy sonreía abiertamente y mirándome como si fuera una tota, lo cual me irritó un poco.

—Cállate, pensaba ir a comprarlos luego —me defendí.

Él iba a decir algo, pero la voz de Anne lo interrumpió y se giró en automático hacia ella, pese que la conversación no era con él, si no con otra chica.

—Mi madre me escribió para decirme que algo raro le había pasado, se despertó en el suelo, con una cortada en su mano, que lo único que recuerda fue escuchar ruidos en el recibidor —los ojos de Anne se cristalizaron mientras hablaba y el miedo se hizo presente en su rostro—Debo hablar con mi padre.

Ups.

—Tranquila, en clase puedes hablar con él, es la primera del día —le sugirió su amiga.

—Esta bien, iré a respóndele a mamá, ¿me acompañas?

Ambas se pusieron de pie y salieron del gran comedor. Noté que muchos las seguían con la mirada, específicamente a Anne.

—Deberías decirle, está preocupada, no se merece esto.

Me giré hacia Malfoy con mala cara.

—¡No! —dije molesta—Tienes que prométeme que no le dirás nada a nadie de lo que pasó esa noche.

El no parecía muy convencido.

—Pero es tu hermana...

—No vuelvas a decir eso, ella no es mi hermana y su madre no es la mía, ¿entiendes?

De pronto estaba que ardía de la rabia, o tal vez era dolor, de igual manera tomé mis libros y me levanté con brusquedad para salir de ahí.

Frente a la salida alguien me detuvo, y casi lo lanzo lejos al creer que era Malfoy, pero al girarme vi a un chico de rostro delgado, pelo negro alborotado, ojos verdes brillantes y una peculiar cicatriz con forma de rayo en la frente. A sus lados estaban un chico pelirrojo y una chica de cabello castaño.

—¿Qué quieres? —espeté con más rudeza de la que esperaba. No tenía intención de socializar en ese momento.

—Soy Harry Potter y ellos son mis amigos Ron Weasley y Hermione Granger.

Vale, la verdad creí que acercarme a Harry sería un poco más difícil que esto.

—Mucho gusto —dije tratando de disimular mi asombro.

—Me preguntaba si podía hablar contigo un momento —en ese instante mi pecho empezó a acelerar su ritmo, me preguntaba si ya sabía algo sobre mí.

—Claro, dime.

En este punto no sabía que esperar.

—Aquí no, después de la primera clase nos vemos en el baño de niñas —por la descripción que me dio era el mismo al de donde había estado anoche con Malfoy—No le digas a nadie ¿de acuerdo?