Perdida

478 39 16
                                    

Hola, antes de que empiecen a leer quiero avisarles que T/n ya tiene nombre *aplausos*. Ahora es Anne.

Ahora sí, disfruten su lectura.

DAMNARE

—Pero ¿qué...?

Draco se separó de Dean y procedió a ponerse de pie sin romper el contacto visual. Se sacudió la tierra de su traje y caminó hacia mí, incrédulo de mis palabras.

—¡No irás a ninguna parte! —masculló en su distintivo tonito autoritario—No harás esto de nuevo.

Sus hermosos y peligrosos ojos grises se oscurecieron ligeramente, frunció el ceño y me dedicó una mirada de advertencia.

—¿Lo sabías? —por un momento olvidé que había sido él quien me confesó lo de mis tías—¿Desde cuándo?

Su semblante se suavizó y pareció buscar las palabras correctas para responderme.

—Hace unos días, yo... —le dedicó una mirada fugaz a Dean, quien ahora estaba de pie limpiando su chaqueta de cuero—Escuché a Dean confesándoselo a Olimpia.

Inmediatamente lo miré y no me devolvió la mirada. Hacía eso cuando sabía que había hecho algo malo.

—¿Y no pensaban decirme?

—Mi madre me dijo que era mejor que no supieras, para evitar que actuaras compulsivamente, justo como planeas hacerlo ahora —admitió Dean.

Megara parecía estar al tanto de toda la situación, pero no me sorprendió que no me haya dicho antes, y ni siquiera me importaba.

—Y una mierda —dije entre dientes—Sabían lo mucho que sus muertes me han torturado y aun así lo ocultaron.

Entonces, dejé de estar es shock. Las mujeres que dieron su vida por mi estaban en algún lugar, solas, encerradas y si estaban con mi padre...heridas.

Sentí náuseas y todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas. La simple idea de ellas siendo torturadas y yo libre, hacía que mis entrañas se retorcieran.

—Vi sus cuerpos —murmuré con un dolor en la garganta, visualizando la imagen que tantas veces me ha torturado—Eran ellas.

—No lo eran, no sus cuerpos reales —aseguró Dean—Lucifer no te encontró esa noche, y sabía que no lo haría en un largo tiempo, pero quería enviarte un mensaje.

No necesitó seguir hablando para que lo entendiera. Mi padre se encargó de darme a entender que cualquiera que intentara ayudarme, terminaría igual.

Aquello debió hacerme odiar a mi padre, pero yo no...podía.

—¿Y para qué dejarlas con vida? —apreté aún más mis puños, intentando calmarme, porque con quien estaba molesta era con él y Malfoy.

—Tú lo conoces, ellas lo desafiaron y el sólo quiso asegurarse de que pagaran por eso.

Un sentimiento amargo se albergó en mi pecho, confirmando mis sospechas.

—Con más razón debo ir —espeté—¡Y no necesito su maldito permiso!

—Damnare —advirtió Dean—No es el momento de buscarlas, debemos seguir con el plan.

—¡Estoy harta de todos ustedes, lo único que han hecho conmigo es tratarme como una completa idiota, y no lo aguantaré más!

El calor aumentaba conforme pasaban los segundos, era como estar fundiéndome lentamente con mi propia ira. Estaba intentando controlarme y no actuar impulsivamente, pero parecía imposible.

Rotos🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora