Ocho

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El campo de juego, normalmente lleno a esa hora por ser el horario en el que los Osos Negros entrenaban, se encontraba por completo vacío, con los Cuarenta y cinco integrantes del equipo apilados en las gradas enfrentándose a la mirada decidida y feroz de KyungSoo, quién aún no creía que toda esa reunión para hablar de sentimientos, y toda la excusa que le había dado el menor el día anterior, fuera realmente útil.

Ellos continuaban observándolo como lo que siempre había sido, su rival.

—Sí, bueno; gran intento —dijo el pelinegro antes de darse la vuelta decidido a retirarse; pero el entrenador lo detuvo y lo obligó a regresar a su lugar.

—¿Podrías dejar que al menos se cumpla un minuto? —Dijo sarcástico.

El más bajo rodó los ojos y se cruzó de brazos.

—Entrenador; lo siento pero, ¿podría marcharse? —Pidió JongIn dando un paso adelante.

—¿Qué? ¿Por qué? —Preguntó Kris frunciendo el ceño e irguiéndose ante ellos, buscando intimidarlos para evitar que volvieran a echarlo.

—Queremos hablar con D.O. a solas, señor —mencionó el capitán del equipo, un joven alto de piel un poco más bronceada que la de Kai, con ojos amplios como los de una rana y labios definidos que completaban su apuesto rostro.

—Pero no veo por qué...

—Por favor, entrenador; insistimos —habló el líder de la Defensiva, un joven castaño de rostro largo, piel vainilla y pómulos marcados, con la misma postura que su líder.

El rubio observó al número Doce con nerviosismo y suspiró antes de darse la vuelta y alejarse de las gradas hacia su oficina, donde podría mantener un ojo precavido sobre ellos.

—¿Y bien? —Cuestionó el de lentes observándolos altivamente, preparándose para devolver cualquier insulto o amenaza que quisieran lanzarle.

—Me presento, soy Choi MinHo, Mariscal de campo y Capitán de los Osos Negros —dijo extendiéndole su mano; KyungSoo alzó una ceja y la tomó con cuidado.

—Do KyungSoo —respondió evitando recitar sus antiguos títulos.

—Sabemos quién eres —mencionó el otro muchacho con una sonrisa amable—. Jung YunHo, Apoyo central y líder del equipo Defensivo.

—Supongo que aquí todos usan su nombre para comunicarse —mencionó el más bajo un tanto incómodo.

—¿Ustedes no? —Preguntó el capitán.— ¿Qué usaban? ¿Apellidos? Eso es muy confuso.

—Lo es —respondió D.O. sonriendo levemente—; usábamos nuestros números —informó.

—Puedes hacerlo aún si quieres —ofreció YunHo encogiéndose de hombros.

—No, está bien; sé que a algunos les irrita eso —explicó sin poder evitar lanzar una mirada a JongIn, quien sonrió tímido y bajó el rostro—. Si llega a ser necesario, me aprenderé sus nombres —aceptó.

—Lo será, somos tu equipo ahora —declaró MinHo con extenso vigor, demasiado pendiente del papel de representante y líder que le correspondía.

—No voy a jugar —espetó KyungSoo volteando hacia el número Ochenta y ocho—; ¿no se los dijiste? —El menor se encogió de hombros.

—¿Y por qué no? —Cuestionó YunHo siguiendo la intensidad de su capitán.— Me enteré de lo que te pasó y lo siento mucho, ser víctima de Bullying es aterrador y entiendo que quieras apartarte; pero si dejas de hacer lo que amas, estás dejándolos ganar.

Jugada perfecta || KaiSoo Fest 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora