Veintiocho

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Las festividades habían terminado al igual que los exámenes de mitad de año, dejando a los Osos Negros con la posibilidad de enfocarse completamente en los Playoffs, empezando por el primer partido que se llevaría a cabo en Busan.

—¡Playa, playa, pla-ya! ¡Playa, playa, pla-ya! —Cantó BaekHyun a ritmo de la conga, emocionado por dejar Seúl e ir por unos días a la ciudad puerto donde amaba vacacionar.

—Sí recuerdas que estamos en invierno, ¿cierto? —Se burló MinSeok alzando una ceja ante los lentes oscuros del rubio, quien fingió no escuchar y siguió bailando.

—Apuesto a que los dos están llevando trajes de baño —bromeó KyungSoo acercándose a JunMyeon, quien lo ignoró a sus anchas y se dirigió hacia la entrada para esperar a SeHun.

—¿Sigue molesto? —Cuestionó JongIn acercándose a su pareja.— ¿Por qué? Él mantuvo su puesto, ¿o no?

El Mariscal asintió y suspiró.

—Pero en el récord quedó escrito que él ocupa el segundo lugar y... Sabes lo importante que es su historial para él; necesitaba que fuera perfecto.

El pelinegro bajó la mirada y se acercó al más alto en busca de consuelo.

—No es tu culpa, ¿de acuerdo? Él está siendo inmaduro —comentó el pelirrosa con el ceño fruncido, no gustándole ver a su novio así de desanimado.

—¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ OH?! ¡¿Y PARK?! —Gritó Kris mientras se paseaba por la estación del tren que tomarían hacia Busan, perdiendo la paciencia al acercarse la hora de abordar.

Los nombrados llegaron corriendo un minuto antes de que el tren cerrara sus puertas, siendo los últimos pasajeros en abordar.

—¡¿DÓNDE MIERDA ESTABAN?! —Vociferó el entrenador con las manos a la cintura y el rostro enrojecido.

—Había tráfico.

—Nos perdimos. —Dijeron al mismo tiempo, revelando su mentira.

—Nos perdimos... porque hubo tráfico y tuvimos que tomar otra ruta para llegar —inventó SeHun con su máscara indiferente, intentando verse sincero; o al menos no tan nervioso como ChanYeol.

El rubio mayor empuñó sus manos y tomó una respiración profunda para acabar con las vidas de sus alumnos a través de su voz. Pero KyungSoo tocó su brazo suavemente y negó, pidiéndole que se sentara y los dejara estar; después de todo, gritarles antes de un importante partido no les beneficiaría en absoluto.

El viaje duró un aproximado de cuatro horas en las que la mayoría de los Osos Negros se dedicaron a dormir, ponerse al día de sus series favoritas o jugar algún videojuego en su celular hasta aburrirse; excepto dos de ellos que prefirieron ir conversando.

—...entonces Somi le tiró su malteada a la cara, insultándolo, y Hani apareció de no sé donde y le pateó la pantorrilla; fue todo un escándalo —contaba JongIn con los ojos grandes y brillosos.

—Espero que haya aprendido su lección —respondió el Mariscal con una sonrisa divertida.

—Oh sí, pero no gracias a eso —continuó el pelirrosa—. BaekHyun me contó que lo llevó a su academia como su modelo de maquillaje al siguiente día, y se la pasó coqueteando con cada una de las mujeres del lugar; incluso la profesora. La invitó a salir y todo.

Los ojos del pelinegro se ampliaron sobremanera.

—¿Y qué pasó? —Insistió también metido en la noticia.

—Pues obvio que lo rechazó —respondió el número Cuatro sentándose frente a la pareja—; la señorita Suzy no sale con cualquiera, y menos con un bollo de preparatoria —rodó los ojos.

Jugada perfecta || KaiSoo Fest 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora