Capítulo XIII, ella.

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Superar una relación es complicado, los días parecen correr en distintas velocidades, las estaciones ya no afectan ni emocionan, los latidos del corazón se vuelven erráticos y tu mirada siempre descansa en un punto fijo tan perdida como tú.

No existe una forma precisa de olvidar a una persona que amaste, no sin sufrir, sin llorar y sin odiar, pero puedes intentarlo hasta que parezca que lo has hecho.

Cada día para Mark y para mí se ha convertido en un escalón que subir, en una meta que lograr, en una sonrisa que admirar. Nuestro pasado está lleno de pérdidas, por eso nos sostenemos el uno al otro hasta que podamos andar sin un bastón emocional. Pero un día a la vez, una noche a la vez.

—¡Baja a desayunar, pequeña perezosa~! —vocifera Mark con voz cantarina haciéndome reír.

—Ya voy, ya voy.

Guardo nuestro diario en el cajón, ese que contiene nuestro pasado, nuestro presente, y tal vez nuestro futuro.

Mark está con un delantal de flores, un regalo de mi madre por nuestro aniversario de 3 años de casados. Ya va tarde al trabajo, pero no le importa, porque detesta comer sin mí. Le veo moverse al ritmo de Frank Sinatra y me anima a bailar cuando me ve recostada del marco.

Cinco minutos después estamos en la mesa degustando del nutritivo alimento preparado por mi mejor amigo, el amor de mi vida. Lo veo sonreír, hablar con ánimo y acariciar mi mano con amor. No tengo muchos deseos que quiera cumplir porque cuando lo veo frente a mí, feliz, siento que tengo lo más preciado del mundo como regalo.

Un hombre que debo cuidar, un amigo que debo proteger, un novio que debo apoyar y un esposo que debo amar.

Él se despide con un saludo jovial, le sigo con la mirada desde la ventana y pido a los cielos que lo protejan, necesito creer en alguien, en él, en mí y en que si el destino existe, el nuestro estará lleno de cosas buenas.

Necesito aferrarme de ese pensamiento hasta que llegue el fin.

Regreso a la habitación a seguir escribiendo, sobre cómo cada día superamos las adversidades sin ellos, los que algunas vez fueron nuestra familia, nuestros amigos, nuestros amores.

Cojo la laptop y comienzo a transcribir mientras espero su regreso.

Porque Mark regresará a mí, al corazón que lo aguarda.

06/09/12


Mis días sin ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora