Ella
Estuve caminando por la plaza que siempre transitaba en mis años universitarios junto a mis amigos, o a quienes los consideré en ese tiempo mis fieles amigos. Unos días antes ni la recordaba, ahora que he regresado, las memorias bloqueadas me inundan hasta provocarme una sensación de ahogo.
No he tenido unas amistades que hayan marcado mi corazón como ellos, la cantidad de experiencias que compartimos nos hicieron desarrollar un vínculo tan grande que terminó consumiéndonos. Me había ido tan lejos para alejarme de los recuerdos, que terminé perdiéndome a mí misma.
Al final no importó la distancia que intenté plasmar, el deseo de volver a verlo me arrastró a mi destino.
Luego de casi ocho años, en cada paso sentí que ellos iban a mi lado, aquellas pérdidas que terminaron destruyéndonos las sentía en cada parpadeo, en cada suspiro.
Cinco almas, de las cuales solo quedamos dos.
Antes de regresar al hotel, me detuve frente aquella parada de autobús dónde vimos a nuestra pareja favorita por última vez, Tye y Nadia. Fueron la personificación de la palabra amor. Eran realmente especiales, un romance de película, el cuento de hadas más cercano que he visto, pero así como son de desastrosas las verdaderas historias de las princesas Disney, fue el final de ellos.
Tye planeó un viaje para celebrar su cuarto año de aniversario, ya estábamos a meses de graduarnos y teníamos muchos planes a futuro que no implicaban separarnos. Durante esas vacaciones los despedimos bajo un sol incandescente que daba picor en la piel. Nadia estaba feliz de viajar al país natal de Tye, era un viaje largo, pero España les esperaba, aún les espera.
Recuerdo cómo aquella tarde decayó lentamente y pudimos percibir al clima en picada. Esa noche nos quedamos en mi habitación, esperando que nos avisaran su llegada. Las horas pasaron, nuestros nervios aumentaron, la lluvia arruinaba los jardines de la institución y provocaba miedo en nuestros corazones.
El noticiero de media noche lo anunció, una repentina tormenta azotó de forma atroz áreas cercanas a América y Europa, los estragos estaban siendo cada vez peor.
Dicen que las malas noticias son las primeras en llegar.
Nuestros celulares comenzaron a sonar al mismo tiempo cuando las luces del día salieron en la zona este. Dos minutos más tarde estábamos arruinados, desvastados, sin ninguna palabra que decir y con la sensación de que nos faltaba una pierna, un brazo, la cabeza.
El 15 de junio del 2001 el avión 503 con destino al aeropuerto de Mallorca en Islas Baleares de España había sido envuelto en las fuertes corrientes de la tormenta y había caído en el océano Atlántico, se reportó su desaparición en la madrugada del viernes, los cuerpos de rescate no pudieron hacer nada al llegar al punto de impacto. Toda la tripulación había fallecido.
Una parte de nuestro corazón murió en ese momento. Fue el inicio de nuestra ruptura.
Presiono otra vez el botón.
De aquí no me iré hasta que me abra.
30/09/08
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Mis días sin ti ©
Historia CortaPensaste que no te superaría. Susurraste en mi oído "no vales la pena". Dejaste una pequeña nota con seis palabras: «sin mí eres nadie, eres nada». Tu última dedicatoria fue: "tu vida será un infierno". No sé si te equivocas, pero lo descubriré en m...