Lo primero que montaron en la van que iba a conducir Mikey eran las tres cajas llenas de fuegos artificiales. Al ser 4 de Julio la celebración debía festejarse a lo grande. Como cada año la familia Way organizó el viaje familiar a la casa de campo junto al lago.
Como era de esperarse Frank estaba con ellos. Ya era amigo de Arthur y le llevó diez minutos apenas ser amigo de Mikey también. Incluso Donald le había invitado a tomar una cerveza.
—¿Son suficientes? —le preguntó Frank a Arthur mientras terminaban de colocar las cajas con botellas de cervezas y bolsas con frituras en el auto del menor de los Way.
—Debería ser suficiente —respondió encogiéndose de hombros.
—Con cuidado mi amor —gritó Kristin para despedirse de su esposo pues fue el primero en marcharse.
Maya, Kristin, Marie, Gerard y el holidate de su tía ese día iban en un auto aparte. Las niñas, Donna y Donald habían salido más temprano.
—¡Lo haré! ¡Te amo! —contestó Mikey.
—Empecemos con ésta fiesta —dijo Kristin sacando las llaves del auto.
—Pido ir adelante —mencionó Gerard.
—No puedes hacer eso —intervino Maya, colocándose al lado de la puerta del copiloto.
—¿Enserio? Es lo que acabo de hacer.
—Por favor Gee. No quiero ir atrás al lado de ese sujeto —susurró lo último. Pero fue suficiente para que Marie escuchara.
—El tío Sam no hace nada.
—Pero...
—Él no puede conducir por su glaucoma.
—¡Vamos Maya! ¡Entra!
Maya finalmente entró al auto, tomando su lugar al lado de Sam, que iba en medio. No dejaba de lloriquear mientras se acomodaba el cinturón de seguridad y cerraba la puerta.
—Ese olor...
—¿Eso es marihuana? —preguntó Kristin, al tiempo en que Gerard y ella se giraban a ver hacia los asientos traseros.
—Es medicinal... para mi ciática —respondió Sam.
Gerard y Kristin hicieron ruidos de victoria y chocaron las manos.
—Amo la hierba, ¿me compartes? —le pidió la rubia. Sam no se hizo de esperar y le pasó el tubito blanco.
—Oigan vamos a la reunión familiar, no sean irrespetuosos.
—Maya —le habló Gerard mientras Kris daba una calada al porro—. Disfruta tus últimos días antes de que te cases, relájate.
—Sam, dale un poco —pidió Kristin luego de haberle devuelto la marihuana a Sam.
—No voy a poner esa cosa en mi boca.
—Vamos una pequeña fumada no te matará.
—Las abuelas y los enfermos de cáncer fuman hierba, ¡vamos Maya!
—¡Siii! —ánimo Marie.
Sam le acercó el porro a los labios y Maya dio una pequeña calada ante cuatro pares de ojos atentos a ella. Al instante comenzó a toser y Kristin la regañó para que lo hiciera correctamente. La segunda vez que lo hizo inhalo profundo todo lo que pudo y mantuvo el aire adentro hasta que liberó el humo por la nariz.
—Bien, no sentí nada —comentó tranquila.
—Que mal —le dijo Sam.
Antes de partir Kristin y Gerard fumaron un poco más. Gee incluso le pidió a Sam que le regalara para guardar.
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H♡LIDATE ➛Frerard
Hayran KurguCansados de estar solteros en días festivos, dos extraños acuerdan ser lo más platónico del otro durante todo el año, solo para captar sentimientos reales en el camino. ☃️ ❥𝐸𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜 𝑝𝑜𝑟: 𝑆𝑜𝑓𝑖 𝑊𝑎𝑦 ➺𝐹𝑒𝑐ℎ𝑎 𝑑𝑒 𝐼𝑛𝑖𝑐𝑖𝑜: 08 �...