Textos escritos en tu piel nocturna.
{<Lírico>}
Tu voz es música en el silencio ¿Y a caso la escucho?
¡Ya no! Se disolvió en el sonido del espacio,
ahora es una transmisión sonora, intangible e inalcanzable.
Yo insisto en emular tus notas celestiales
y cuando parece que es poco mi talento, se vuelve mucho
y ocupa nada en tu inconmensurable espacio. Dime por lo menos si te parezco un ser despreciable.
"No todo el arte es apreciado, no todos somos especiales"
por eso sigue tu camino, breve y despacio.
Escucha, pon atención esta noche: en algún rincón
de tu alcoba estaré entonando mis monótonos coros.
Búscame en tu gabardina de invierno, en tu pantalón de franela,
en las maletas vacías que olvidaste en enero.
Vamos, búscame en tu corazón indolente...
Y si decides huir, podrás cabalgar en mi palpitante frisón.
Dime que escuchas mi lamento sutil e insonoro
y dale una dichosa expresión en tu orfeón de acuarela.
Soy un simple Adán aborrecido por tu don de alfarero,
por eso corrí hacia el más oscuro rincón de tu mente.
Entré en rebelión cuando se reventó el clavicordio
de tus palabras amorosas, ya no escucho el clarín insolente
de tu risa impúdica, de tus manos arlequinas,
de los cascabeles asonantes en tu pelo sin hechuras.
Extraño tus encantos que recurren al incordio
para drenarme testosterona de forma recurrente,
y aun así no quiero el tallo de tu sexo si le quitas las espinas.
Me dejaste hermosa herida y disfruto sentirte sobre mi cuándo supuras.
Déjame tocar la flauta del pecado, déjame alcanzar la gloria
con acordes en discordia, inspirados por tu piel.
Es en tu desnudez donde inicié mi trayectoria;
y es que si tú eres cigarra, yo soy savia o eco abrumador,
y si vuelas convertido en mariposa, yo me invierto en miel,
y si a caso comprendes algo de lo escrito, me colmaras de tu aliento cegador.
¡No necesito ir mas allá de tu boca para extender nuestra breve historia.
Jorge Martínez C.
Autor.
