Capítulo 86

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Esa escena te logra enternecer un poco, sin embargo, luego de sacar toda idea extraña en tu cabeza y de ver a aquellos niños tan ilusionados con la fiesta, optas por aceptar.

—Sí, está bien. —Dices finalmente.

—¡¡Sííí!! —Gritan los niños y corren hacia la sala principal, que cabe destacar, es enorme.

—Por favor, ten algo de té —Te ofrece la sirvienta una taza con té caliente de su bandeja—. Mientras nosotros prepararemos todo.

Miras la taza un momento.

Al final sonríes con toda comodidad.

—Gracias. —Tomas la taza y tanto ella como el mayordomo salen hacia la cocina.

Pasa tal vez una hora, tal vez un poco menos, pero al final, la gran mesa de la sala, que era de unos siete metros casi, acaba llena de comidas y bebidas.

Te hacen sentarte en una de las puntas de la mesa, como el invitado de honor, porque al final, toda esa celebración era exclusivamente por tu llegada.

A ambos lados de ti están sentados el señor y la señora de la casa, al lado de la mujer hay una joven de unos diecisiete años más o menos, y al final, están los dos niños gemelos.

La fiesta comienza oficialmente.

Te dispones a disfrutar de aquél festejo dejándote consentir y embriagar un poco.

Ese tequila cayó un poco fuerte.

El vodka sin duda fue exquisito.

La comida, digna de ser presentada en un lujoso restaurante.

***

Al acabar la fiesta, la señora te acompaña hacia lo que sería tu cuarto, que aunque dijo que era el cuarto de huéspedes, sin duda parece todo lo contrario. Es incluso el doble de grande que el esperaba en tu casa.

En ese momento te sientes ciertamente melancólico.

Seguro es el alcohol de más que tienes en ti.

Al final, acabas dejándote hundir plácidamente sobre esas tibias mantas, cayendo en un profundo y relajante sueño.

Ve al capítulo 98.

Protagonismo secundario.

Bad end night [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora