Bad end night [√]

Capítulo 13

Te sientas bien en la silla para descubrir cómodamente de qué se trataba aquella invitación.
Cuando abres el sobre, antes de leerlo lo miras por arriba para investigar algún detalle que fuese relevante, algún detalle que deberías sí o sí conocer. Más sin embargo, no habían cosas extrañas a simple vista, así que sin más, te dedicas a leer aquella carta que tanta curiosidad te genera.

"Estimada _______________,
Te escribimos esta carta para invitarte a la fiesta que tendremos en nuestra casa dentro de tres semanas.
Tomamos en cuenta tu participación en dicha celebración y esperamos una respuesta favorable de tu parte.
Por favor, asegúrate de asistir. Los detalles, incluso la dirección, la encuentras a continuación."

Revisas la dirección que aparece escrita debajo, junto con el horario de inicio y final de la fiesta. Todo parece en orden y luego de leer todo, apoyas la carta sobre la mesa y la quedas mirando un momento tratando de reflexionar y considerar la oportunidad que te están otorgando. En realidad sí es una buena oportunidad, una oportunidad que ciertamente vale la pena aceptar. Aún así, vuelves a meter la carta dentro del sobre y allí lo dejas para pensarlo al día siguiente con la claridad de la mañana.

Observas la tortilla que aún se cocinaba en el horno. Le falta poco tiempo de cocción, así que aprovechas para llamar a tu madre, saludarla, preguntar cómo está y, además, pedirle su opinión.
Marcas el número de teléfono en tu celular y sostienes el mismo contra tu oído mientras escuchas el sonido de espera.

—Hola, cariño. —Saluda ella cuando la música se corta.

—Hola, mamá. ¿Cómo estás? —Preguntas amablemente.

—Bien, ¿tú? —Responde ella con ternura.

—Bien, mamá. Quisiera hacerte una pregunta. —Pides

—Claro, dime.

—Recibí una invitación a una fiesta.

—Qué bien, te va a hacer bien salir y divertirte, despejarte del trabajo.

—Sí... —Aceptas con dudas.

—¿Qué sucede, linda?

—Es de... Es una fiesta de los Mayfried.

—¿Los Mayfried? ¡Genial, linda! ¡Me alegro mucho por ti!

—¿Crees que debería ir? —Insistes.

—¿Y por qué no irías?

—¿No será una broma?

—No lo sabrás si no lo intentas, ¿no te parece?

—Tal vez.

—Ve, cariño. Y disfruta. —Te anima y, antes de que siquiera pudieras responder, corta la llamada.

—Pero—

Al darte cuenta que te había cortado, suspiras pesadamente y dejas a un lado el celular.
Apagas el horno y sacas de él tu tan esperada y añorada tortilla. Sirves una porción y te diriges a tu cuarto para comer y luego tomar un merecido descanso.

Una vez que acabas de comer, te metes a tu cama y apagas la televisión.
¿Vale la pena ir?

Opción A) Decides arriesgarte e ir.

Opción B) Terminas decidiendo que no vale la pena ir y lo rechazas.

Si tu elección fue la opción A, ve al capítulo 37.

Si tu elección fue la opción B, ve al capítulo 5.