Capítulo 16

76 12 39
                                    

Ya es muy tarde.

La luna está en su punto más alto y tú estás ahora perdida en medio del bosque.

Sacas tu celular para intentar llamar a tu hermana y que te pase a buscar pero claro, en medio del bosque no hay señal.

Tienes que seguir caminando, no puedes quedarte parada a mitad de la noche en el bosque porque podría pasarte cualquier cosa, así que, aún un poco temerosa, continúas avanzando.

Parece ser un trayecto muy largo hacia ningún lugar. En realidad lo es. Llevas vagando por el bosque por lo que seguramente sea cerca de hora y media, pero cuando estás a punto de rendirte por el cansancio, llega a tu campo visual una luz por entre los árboles.

Esperanzada de que hayas encontrado la ruta principal y puedas salir del bosque, empiezas a correr, tan aliviada que de pronto, los pies que tanto te estaban pesando, ahora se sienten completamente ligeros.

Sin embargo, luego de haber corrido quizá por cinco o seis minutos, llegas al lugar de donde provenía la luz, siendo en vez de la carretera, una enorme y lujosa mansión.

Por un momento te pones a pensar que tal vez sea la mansión de los Mayfried, así que sin más te diriges con paso lento hacia esa extravagante mansión.

Vista desde afuera se ve enorme, con incontables habitaciones, todas con las luces encendidas. Tal vez son unas treinta habitaciones, aunque pueden ser más vistas desde el interior.

Cuando por fin llegas a la puerta, el doble de grande que tú, tocas tres veces y esperas a que alguien abra.

—¿Alguien me podría ayudar? —Preguntas con la voz en alto, pero al mismo tiempo algo indecisa.

No tienes que esperar mucho porque unos dos minutos después la puerta es abierta de par en par por un mayordomo acompañado a su lado por una sirvienta.

—Pasa, estarás congelada afuera. —Te invita el mayordomo amablemente haciéndose a un lado para dejarte paso libre. 

Cuando te introduces, tal como creías, ves que la mansión por dentro se ve incluso más grande de lo que se ve por fuera. Y sólo unos segundos después, llegan a recibirte los señor y señora del lugar.

—Bienvenida a nuestro humilde hogar. —Empieza el señor, quien gentilmente toma tu mano y la besa con una leve reverencia. 

Aquello te desconcierta un poco, pues no estás acostumbrada a ese tipo de comportamiento. Sin embargo, lo aceptas.

—¿Pero qué te ha sucedido? —Pregunta la mujer preocupada.

—Creo que me perdí, y quisiera pedirles, si no es mucha molestia, si podrían dejar que me quede esta noche. Sólo hasta que salga el sol, luego ya me iría. Por favor. —Pides, algo angustiada.

—¡Por supuesto que sí! —Exclama el hombre— Puedes quedarte lo que necesites. —Acepta gentilmente.

—Sin embargo. —Escuchas a un niño hablar desde lejos. Te giras y ves a dos niños gemelos que se acercan al tumulto de gente.

—No hemos tenido visitas en algún tiempo. —Finaliza la niña.

—¡Tenemos que festejarlo! —Dijeron los dos al mismo tiempo.

Esa escena te da ternura.

—Creo que tienen razón —Sonríe el hombre—. Por favor, quédate a celebrar, después de todo, eres el centro de esta noche. —Te pide con una sonrisa.

Opción A) Decides aceptar la invitación.

Opción B) Te niegas.

Si tu elección fue la opción A, ve al capítulo 25.

Si tu elección fue la opción B, ve al capítulo 32.

Bad end night [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora