𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖈𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

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Hermione estaba sentada bajo el rayo del sol, disfrutando del calor en su rostro. Se sentía extrañada de tener a Sirius acostado justito al lado de sus piernas. Tenían menos de una hora para su sesión y aún así sólo absorbían el calor del sol en lugar de hablar u... otras cosas.

Una suave caricia a lo largo de su muslo atrajo su atención al hombre repentinamente serio junto a ella. La mano de él se deslizó por su pierna con la presión suficiente para arremangar su falda. La mano le acarició el interior del muslo, tocándola por encima de sus medias.

Sirius presionó sus labios contra la parte alta de su pierna, robándole el aliento. Una sonrisa de satisfacción se formó en ella como sus dedos cosquillaron por debajo de su falda. Hermione cerró sus ojos, inclinando su cabeza hacia atrás mientras él la provocaba. La boca de él se movió progresivamente hacia arriba a lo largo del cuerpo de ella, mientras la recostaba para poder colocarse encima.

Hermione abrió sus piernas para él sin pensarlo dos veces, jadeando un poco ante la sensación de Sirius allí. Él mordisqueó su clavícula y le lamió el cuello y ella se retorció debajo de él. Finalmente, sus labios colisionaron con los de ella, provocando el gemido de ambos.

Al inicio, fue un frenesí de labios, dientes y lenguas, deslizándose y rozándose. Después, Sirius deslizó su mano por la blusa de ella para acariciarle el seno al mismo tiempo que se empujaba contra sus caderas. Hermione soltó un repentino gemido, separando sus bocas.

—Hay otras cosas —susurró Sirius. —Que me gustaría hacerte, lugares que quiero

saborear.

Hermione respiró con dificultad, abrumada.

—Pero no lo haré con público, o al aire libre como ahora.

—¿Quieres esperar hasta nuestras vacaciones de Navidad? —preguntó ella, atolondrada y tardándose algo en asimilar.

—No —él se rió. —No hay algún lado ¿Algún lugar privado al que podamos ir?

—No lo sé, puedo preguntarle a Ginny a dónde "desaparecen" Harry y ella.

—Y si eso no funciona, te secuestraré un fin de semana.

—¡Oh! ¡El fin de semana en Hogsmeade! Tenemos uno en pocas semanas —Hermione aún sentía como si estuviera quedándose atrás.

—Hermoso, haré arreglos, pero aún así, pregúntale a Ginny —él la besó suavemente, mordisqueando con ligereza su labio inferior antes de soltarlo. —¿Estás lista?

—Sí —expiró ella. Cerró sus ojos y esperó mientras él retiraba su mano de su seno y después se quitaba de encima de ella. Hermione abrió sus ojos y lo observó mirando hacia abajo, a ella fijamente, ofreciéndole una mano para ayudarla a ponerse de pie. —¿Huh?

Sirius se reía mientras la levantaba. —Es hora de entrar.

—Por qu- Oh, eso es, —se mofó ella. —Obviamente —rodó los ojos y enderezó su ropa. Ojeó a Sirius y frunció el ceño. —¿Por qué estás tan contento?

—Porque pude desconcentrarte por completo —él sonrió ante su mirada asesina.

—No tienes ni idea —murmuró ella, caminando hacia el castillo.

—¿Cómo dijiste? —preguntó él, aunque la escuchó. Ella lo miró con sospecha.

—Nada, creo que tu ego ya es bastante grande.

—Jamás —él la siguió, a su costado, casi tocándose pero sin cerrar los últimos centímetros entre ambos.

Ellos se sentaron en las rígidas sillas en el pasillo reservado para las parejas en espera, a menos de cinco minutos para su turno. Un estallido sacó tanto a Sirius como a Hermione de sus asientos, varitas en mano.

𝖁𝖆𝖈𝖎𝖔||~𝖘𝖎𝖗𝖎𝖚𝖘 𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐||𝖘𝖎𝖗𝖒𝖎𝖔𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora