FALLING (Ragoney)

8. Perfect Harmony

"You set me free
You and me together is more than chemistry
Love me as I am
I'll hold your music here
inside my hands"

—Perfect Harmony - Madison Reyes y Charlie Gillespie

🎼🎼🎼

De su viaje a Madrid con Agoney, Raoul ha sacado tres conclusiones en claro, a cada cual peor que la anterior: que está terriblemente encoñado de él, que el canario no puede corresponderle porque está en una relación probablemente tóxica con otra persona y que 21 horas no son suficientes para asimilar las dos conclusiones anteriores y cruzarse con su coreógrafo como si no pasara nada. Por eso mismo, no sabe a qué fuerza del universo agradecer el haber llegado antes que él al ensayo.

Aunque, como pronto descubre, todo lo bueno tiene su parte mala. Y es que, sin la presencia de Agoney cerca, Mimi y Ana no dudan en acercarse a cotillear nada más verle dejar su mochila y sus zapatillas en el suelo del vestuario.

—Hola, guapísimo —saluda la rubia sin levantar mucho la voz, pues tampoco quiere que se enteren todos sus compañeros—. ¿Qué tal la cita con el bombonazo que tenemos por coreógrafo?

—Que no fue una cita —pone los ojos en blanco el chico—. Y fue bien. Nos hemos conocido un poco mejor y me lo pasé genial con él.

—Pero desarrolla un poco más tu respuesta, hombre —pide la canaria formando un puchero con sus labios.

—Es que no sé qué queréis que os cuente. Vimos la obra, cenamos por ahí mientras hablábamos un poco de la vida, vimos Madrid y poco más —se encoge de hombros el catalán omitiendo precisamente los detalles que les interesan a sus amigas.

—Sí, y yo me chupo el dedo —alza la ceja con escepticismo la granaína—. Llevas desde que has entrado mirando en todas direcciones y andando con pies de plomo, que pareces un cervatillo bebé huyendo de los lobos. ¿Qué pasó en el viaje?

—¿Se besaron? —Pregunta Ana cubriéndose la boca con las manos.

—¿Qué dices, pedazo de loca? ¿Cómo nos vamos a besar? —Se escandaliza el catalán antes de deshinchar el pecho y murmurar—. Ojalá...

La inesperada confesión de Raoul hace que Ana y Mimi no puedan contener un grito de la emoción. La mitad del vestuario se gira para averiguar qué ha pasado, pero tras un "volved a vuestros asuntos" por parte de la andaluza, ellas dos son las únicas que siguen pendientes del rubio, quien es más tomate que persona.

—O sea que te gusta —concluye la morena mordiendose el labio para contener un poco la sonrisa que lucha por formarse en su rostro.

—Un poco, sí —cede Raoul sabiendo que es inútil negar lo innegable—. Por eso estoy intentando retrasar al máximo el hecho de encontrarme con él, no sé cómo actuar ahora.

—¿Como siempre, tal vez?

—Pero es que en el ensayo del viernes no me gustaba y en el de hoy sí —intenta hacerse entender el menor—. Disimulo fatal, chicas, si es que se va a dar cuenta, se va a asustar porque tiene novio y no querrá hacerme daño y va a alejarse de mí. Y todo lo que hemos avanzado este finde, a la mierda.

—Vale, ¿puedes dejar de ser tan dramático? Es que me estás poniendo nerviosa —pide la rubia cogiéndole por los hombros—. ¿Cuándo te diste cuenta de que te pasaba algo con él?