FALLING (Ragoney)

26. Love On The Brain

"And you got me like, oh
What you want from me?
And I tried to buy your pretty heart, but the price too high
Baby you got me like, oh, mm
You love when I fall apart
So you can put me together
And throw me against the wall"

-Love on the Brain - Rihanna

🎼🎼🎼

No ha contado el tiempo exacto, pero Agoney juraría que Raoul y Lydia llevan minutos observándose en silencio. Sólo es consciente de que su novio no se ha desmayado porque siente como le aprieta la mano que tiene entrelazada con la propia más y más cada vez.

-Lydia, ¿podemos hablar a solas? -Pide el rubio finalmente alzando las cejas.

-Yo me iba ya, ¿eh? -Anuncia el chico poniéndose la cazadora e invitando a la morena a seguirle hasta la puerta-. Gracias por el desayuno y tendré en cuenta lo de Axel, voy a estar más pendiente.

-Gracias -pone una mueca que rezuma incomodidad por todos lados-. Nos vemos por el cole.

-Claro, adiós -se despide el joven, cuyo nombre desconocen los otros dos chicos, antes de salir apresurado del piso.

Lydia se voltea muy lentamente tras cerrar la puerta, consciente de la que le viene encima. Se merece y lo sabe, pero eso no lo hace más ameno. Sobretodo cuando ve la vena de la frente de Raoul hincharse hasta el punto de casi reventar.

-Bueno... Os lo habéis pasado bien esta noche, ¿eh? -Intenta cambiar de tema la chica-. Me alegro mucho por vosotros, chicos.

-No te intentes escabullir, ¿se puede saber qué cojones te pasa por la cabeza? -Frunce el ceño Raoul.

Agoney aprovecha el momento para soltar la mano del contrario e irse a la cocina de nuevo a preparar el desayuno de ambos, dándoles el tiempo a solas que el menor está pidiendo a gritos.

-Eh... pero ya lo has oído al irse, va a estar más pendiente del crío -concluye su amiga tirando de humor-. No de la forma más ortodoxa, pero he conseguido el propósito de la reunión.

-No me hace ni puta gracia, tía, voy muy en serio -sentencia el catalán sin doblegarse-. Me da igual que tenga prácticamente nuestra edad, es un padre y tú una profesora...

-Nada nos prohíbe enrollarnos con padres, Raoul.

-Vale, pero estás en prácticas, te están evaluando, no sabes lo estricta que puede ser tu tutora -razona el rubio-. ¿Y si lo pone en tu historial? ¿Y si hay centros a los que no les hace gracia que sin siquiera haber empezado a trabajar ya vayas con esas confianzas con los padres? ¿Y si no te conceden el título por esto?

-Nada de eso va a pasar, ¿vale? -Lo intenta tranquilizar ella-. Sólo ha sido un lío de una noche, él ha dejado claro que no quiere nada más ni va a contarlo por ahí y yo menos. Además, por mucho que se enterasen no pueden hacer nada porque está todo dentro de la ley.

-Está bien, legalmente no pueden objetarte nada, pero hay gente muy prejuiciosa. ¿Y si entras a currar en un cole más conservador y se enteran de esto? Los padres te lincharían hasta que te echasen -explica Raoul más preocupado que la propia Lydia.

-Bueno, pues ya veré qué hago, pero tranquilo porque no va a pasar nada -pide su amiga.

Ese preciso momento es el que escoge Agoney para regresar con los dos cafés y un par de magdalenas para desayunar. El rubio le agradece el gesto con una sonrisa a la par que él toma asiento a su lado y presta atención a la conversación.