23. Count on Me

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"If you ever find yourself stuck in the middle of the sea
I'll sail the world to find you
If you ever find yourself lost in the dark and you can't see
I'll be the light to guide you

We'll find out what we're made of
When we are called to help our friends in need"

Count on me - Bruno Mars

🎼🎼🎼

Todo mal. No, peor que mal. Fatal. Horrible. Catastrófico. Desastroso.

Hace poco más de una semana que Raoul y Agoney empezaron sus ensayos para el dueto del recital de verano. Después de un largo debate, se decantaron por ponerse como banda sonora su canción favorita, de los dos, de Sam Smith. Todo parecía ir sobre ruedas hasta este ensayo, pues el rubio no deja de equivocarse con la coreografía. O falla en el tempo o pone mal la carga del peso o simplemente confunde los pasos.

Es cuando pisa al canario, después de un giro, que el propio Agoney decide parar.

—Bueno, ya está bien, ¿qué te pasa?

—Nada, vamos a intentarlo otra vez —pide Raoul secándose el sudor de la frente con el borde de la camiseta—. Y perdón por pisarte.

—¿Es por mi culpa? —Se muerde el carrillo con nerviosismo el mayor—. ¿Estás distraído por mi culpa?

—¿Qué dices? No, claro que no —frunce el ceño el catalán.

—Entonces sí que te pasa algo —añade Agoney obligando al contrario a resoplar, ese chico lo conoce demasiado bien.

—Nada de lo que te tengas que preocupar, Ago, vamos a ensayar —pide dándose por vencido el rubio.

Raoul reanuda la música y se coloca en posición para iniciar de nuevo la coreografía. Agoney no se mueve. La música sigue sonando pero los dos chicos permanecen estáticos, inmóviles, en medio de la sala. Mirándose.

—No vamos a bailar hasta que no te enteres, ¿no? —Rompe el silencio el catalán alzando una ceja de forma escéptica.

—Perdón, si no me lo quieres contar no lo hagas —suspira algo decepcionado el moreno—. Es sólo que pensaba que para que esto funcionara teníamos que ser sinceros el uno con el otro.

—Ago... Si es que no tiene nada que ver contigo, no quiero preocuparte.

—Es que a veces siento que soy como un niño pequeño. Soy el bebé traumatizado al que hay que proteger de absolutamente todo y que no puede ayudar a nadie —pone un puchero el tinerfeño, haciendo que el corazón de Raoul se resquebraje un poco al sentirse culpable—. Quiero ayudarte tanto como tú me ayudas a mí, ¿sabes? Ya no sólo como futura pareja, sino como amigos que es lo que se supone que somos.

Raoul suspira algo frustrado, pues no tiene pegas que ponerle al contrario en su razonamiento. El mayor tiene razón, ¿con qué cara le pide a Agoney que se abra con él si él mismo se guarda todo? Y, desde luego, lo último que quiere el rubio es que el canario piense que no confía en él, porque no es eso para nada. Es simplemente que sus problemas son... en fin, los de siempre. No ve motivo alguno por el que molestar al contrario con lo mismo de siempre.

FALLING (Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora