FALLING (Ragoney)

17. Estaré ahí

"No me importa con quien vayas a dormir ahora
Sé que el día de mañana, aunque cueste, estaré ahí
Es difícil, lo sé
A mí me cuesta también,
Son tus labios, tu olor, tus besos, tu piel
No es amor no es real, sólo quieres jugar
No puedo más"

-Estaré ahí - Raoul Vázquez

🎼🎼🎼

El sonido del agua de la ducha impactando contra el suelo de la misma le sirve a Raoul de percusión mientras canta. Intenta darse prisa y no demorarse mucho, pues el resto de su grupo de baile sigue esperándolo para irse a jugar esa partida de bolos que es ya una tradición, pero no puede evitar gritar a pleno pulmón la canción que tiene en bucle en mente desde ayer.

Está feliz y quiere que lo sepa todo el mundo. Aunque eso suponga que quienes queden en la academia puedan escucharle desgarrarse la voz desde las duchas. Le da absolutamente igual.

Durante la vuelta a la academia desde el teatro no ha dejado de sonreír, ha bromeado con sus amigos, ha comentado alguna metedura de pata en las coreos que, gracias a dios, no se aprecia en los vídeos y, sobretodo, no ha dejado de mirar a Agoney. El canario, entre mensajes que Raoul supone que son para quedar con Lucas y tener la temida charla, le correspondía las sonrisas cada vez que sus ojos se cruzaban. Eso sólo puede ser buena señal.

Y el rubio está tan contento que hasta le dan igual los aplausos irónicos que le dedican sus compañeros al verle salir de la ducha, con las puntas del pelo algo húmedas aún. Regalándoles una peineta camuflada entre risas, se para junto a Mimi y Ana a esperar a quienes faltan para poder irse finalmente todos.

-Mucho quejaros de mí pero no soy el último -afirma con chulería el rubio, aprovechando el tiempo extra que le han otorgado para seguir secándose el pelo-. ¿Quién queda?

-Agoney -informa Ricky sentándose sobre las rodillas de Kibo, harto de esperar de pie.

-Sí, ha venido un tío a buscarle porque quería hablar o no sé qué -prosigue el de los tatuajes sujetando al contrario por la cadera para que no se caiga-. Llevan un buen rato ahí fuera.

-Espero que esté bien...

El destino, siendo todo lo caprichoso que quiere y más, hace que la puerta de la academia se abra en ese preciso momento. Sin embargo, para sorpresa de todos, Agoney no entra solo. Raoul puede ver el gesto de incomodidad que preside el rostro del canario desde la puerta. ¿Qué le habrá dicho Lucas para que esté así?

-¿Por qué cojones querías que entráram...? -La frase y la respiración del moreno se cortan a la vez al ver al contrario ponerse de rodillas frente a él.

Los latidos del de Montgat también han dejado de funcionar. Algunos de sus compañeros, los que son ajenos a la relación tan nefasta que tienen los dos jóvenes frente a ellos, gritan emocionados. Mimi y Ana y Ricky y Julia, sabedores de la verdad al ser estos últimos los futuros compañeros de piso del moreno, se miran confusos entre ellos.

-¿Qué haces? -Inquiere ojiplatico Agoney, al borde de un ataque de pánico.

-Sé que últimamente no he sido lo que mereces -empieza a explicarse el mayor-. Que te he podido tratar mejor, que no te he sabido entender... pero los cambios implican un riesgo a que aparezcan adversidades y lo importante es saber superarlas juntos. Quiero que sepas que lo siento y que voy completamente en serio contigo, que me da igual todo lo que se nos ponga delante porque te amo como no he amado a nadie nunca y estoy dispuesto a darme de cabezazos contra el muro hasta romperlo. Porque te necesito a mi lado al igual que sé que tú lo haces conmigo... porque si tú y yo no estamos destinados a estar juntos, nada tiene sentido...