KiriBaku Week 2018

Día 2 - Tema 2

• Baile de primavera •

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Bakugō entiende que los niños de 6 años tengan por tradición el hacer coreografías, canciones y actos relacionados con la primavera en estos tiempos.

Sin embargo, qué demonios, ¡Ellos ya son grandes!

¡Hacer un maldito baile es completamente ridículo!

Además... Él no es bueno con coreografías y ese tipo de cosas.

Hoy han ensayado en el último bloque de la tarde. Chicas y chicos vestidos como distintos tipos de flores.
Todas coloridas, formando, al final de la coreografía, un lindo arcoiris que dejaría, sin lugar a dudas, encantados a todos los espectadores.

- Bakugō, cariño, tú debes venir vestido de color naranja -avisó la profesora, anotando aquello que acaba de decir en un cuadernillo- Aquí te daremos tu sombrero de tulipán -agregó, levantando la mirada para observar al desganado cenizo

Katsuki respondió a lo dicho por su profesora con un gruñido disgustado, llamando la atención del contento Kirishima, a quien le había tocado el color rojo.

- ¿Amigo, quieres ir luego a ensayar los pasos a mi casa? -preguntó con emoción Kirishima, sonriendo aún a pesar de la expresión disgustada de Katsuki

Pero este, sin embargo, asintió- Hm, cómo sea, de todos modos no presté atención, así que una repasada me servirá -contestó, haciendo que Kirishima, quien ya estaba sonriendo, ampliara aún más su mueca de felicidad

A él, distinto de Bakugō, le emocionaba mucho la idea de participar en un proyecto grupal tan grande y divertido como un baile de primavera.

Y, aún a pesar de que no es bueno en el baile, dará su mejor esfuerzo para que todo salga genial y atractivo para la gente que vendrá a verlos.

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- ¿Y éste pie qué? Se queda como estúpido parado aquí ¿O no? -preguntó Katsuki, señalando con su indice su pierna izquierda, la cual estaba estática desde hace un buen rato

Mientras que todo el resto de su cuerpo estaba siguiendo una coreografía... Dudosa, instruida por Kirishima.

Pero este, luego de reír por lo dicho por su amigo, asintió- Estamos fingiendo que la pierna izquierda es nuestro tallo, ¿Lo recuerdas? -preguntó el ojicarmín

Y, luego de un suspiro cansado, Bakugō contestó con un pesado "Si".

Kirishima era su mejor amigo. Confiaba en él y todo... Pero no recuerda varios de los pasos que este le ha estado enseñando.

Y sabe que el pelirojo es distraído, por lo que... Tal vez...

- Después debemos entregar las flores a los maestros y ya está -acabó por decir el muchacho junto al cenizo, sonriéndole y, nuevamente, dejando enmudecido a Katsuki

Ok. Confiaba en Kirishima.

Además, se supone que él "no presto atención" y que aquello era un "repaso".

Vaya mentira... Solo quería pasar algo de tiempo solo con Kirishima.

- ¿Una vez más? -preguntó Eijirō

A lo que Katsuki se encogió de hombros, aparentando indiferencia- Si, haber si ahora te sale con ritmo -respondió, sonriendo de lado ante su burla

A la cual Kirishima se sobresaltó, respondiendo a la defensiva.

A pesar de que sabía que Katsuki solo estaba tratando de molestarlo.

- ¡Oye! Por lo menos recuerdo los pasos -exclamó

- Si, si, ajá -asintió el cenizo, consiguiendo sacarle una pequeña sonrisa resignada a Kirishima quien golpeó de manera amistosa con su puño el hombro ajeno

Y, tras sonreírse una última vez, ambos volvieron a la práctica. Soltando un par de burlas y bromas hacia el otro, riendo de manera escandalosa ante sus propias provocaciones.

Hasta que ambos, cansados ya de tanto practicar, se arrojaron sobre el césped del patio trasero del pelirojo.

Lado a lado, Katsuki no pudo evitar notar lo relajado que Kirishima se veía. Como si estuviera satisfecho. ¿Pero de qué?

Con sus rojos ojos brillando, haciendo juego con su cabello del mismo color y con sus mejillas levemente rosadas.
Su piel tostada iluminada por el sol y su actitud positiva deslumbrante. Completamente atrapante.

- Combinas con la primavera -soltó

Su rostro serio, completamente convencido de lo que decía. Y el de Kirishima sorprendido, aún sin poder creer lo que acababa de salir de la boca de su amigo.

Pero, casi inmediatamente, Katsuki apartó su rostro y vió hacia el cielo. Abochornado por haber abierto su boca sin antes pensar en lo que diría.

Carajo, carajo, carajo. Maldijo, irritado por el calor que abrazó rápidamente su rostro.

Y la boca de Kirishima se abrió, queriendo decir algo, agradecer por el cumplido.

- ...

Pero ver el rostro tan inundado de pena de Katsuki solo le hizo preferir mantener su boca cerrada y, de aquel modo, no empeorar el estado ajeno

Por lo que, en silencio, ambos se quedaron allí, quietos, disfrutando de las primeras ventiscas primaverales del año.