KiriBaku Week 2018

Día 3 - Tema 2

• Tatuajes •

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- ¿Qué podríamos hacernos? -preguntó Kirishima, viendo en internet ideas interesantes y novedosas para que se hicieran un tatuaje

Uno especial. Conjunto. Solo para ellos.

Y la idea había sido, por más sorprendente que se escuchara, de Bakugō.

"- ¿Seguro que es buena idea? -". Había preguntado Jirō.

Y Bakugō había maldecido antes de responder que si, que era la mejor jodida idea del mundo.

Kirishima planea estar con Bakugō todo lo que le queda de vida. Y si, tal vez es algo exagerado decir eso a los 25 años, pero Eijirō de verdad está muy enamorado del cenizo. Así que la idea de tener una marca física que los una no se le hace para nada loca.

Y a Katsuki, además, le gusta la idea de poder ir por ahí presumiendo la marca permanente que Kirishima tiene de él. Y la que él mismo tendrá y que dejará en claro que tiene una maldita relación seria.

Ahhh, está jodidamente seguro de lo que hará.

- Me gustaría uno clásico -murmuró, consiguiendo inmediatamente toda la atención del pelirojo- Ya sabes, de esas como un infinito, o nuestras iniciales entrelazadas -agregó, viendo también a Kirishima, quien ahora se había sumergido en su teléfono, viendo, seguramente, ideas para el tatuaje

- ¿Qué tal una jaula abierta y un pájaro? -preguntó el ojicarmín

Katsuki elevó una de sus cejas con duda- ¿Y eso qué significa? -preguntó de vuelta

A lo que Eijirō, luego de sonreír, respondió con palabras suaves lo que bajo la imagen decía- Que en amor hay libertad. Que puedes ser un refugio, pero que jamás me retendrás contra mi voluntad -

Bakugō asintió, entrelazando su pierna derecha con al izquierda de Kirishima- ¿Tienes alguna referencia? -preguntó, bastante a gusto con lo que Kirishima acababa de leerle

Entonces, luego de volver a la imagen, Eijirō extendió su teléfono hacia su novio para que éste viera la imagen del par de manos unidas con el tatuaje en sus muñecas.

- Si... Me gusta -reconoció el cenizo, esperando una respuesta similar por parte de Kirishima

El cual, luego de asentir frenéticamente en acuerdo con él, sonrió

- ¡También a mí! -declaró, acercándose para apoyarse contra el hombro del cenizo, pasando uno de sus brazos por sobre los hombros de este en un abrazo de costado

Y, al tener sus rostros a una distancia considerable, ambos se acercaron para un pequeño piquito que dejó sellado el destino próximo.

Ese tatuaje era el indicado.

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Eijirō es tatuador, por lo que no fue mucho problema para él conseguir un buen tatuador que hiciera el trabajo en sus muñecas.
Fue a su propio lugar de trabajo y le pidió a un amigo, y compañero, que les hiciera el favor.

Favor remunerado, claramente.

Sero asintió ante lo que Kirishima le pidió, sonriendo alegre al verlos ahí por algo tan adorable. Sin embargo, a la vez, no dejaba de sentirse algo inquieto por lo que estaba por hacer.

¡Y no porque dude del amor de aquel par! Solo que... Bueno, uno nunca sabe.

Aún así, prefirió no hacer ningún comentario y, en cambio, se ocupó de hacer el dibujo previo lo más hermoso, genial e íntimo para aquel par.