KiriBaku Week 2018

Día 4 - Tema 1

• Fiesta sorpresa •

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Es bastante típico en una fiesta de adolescentes que el concepto "sin restricciones parentales" sea muy en serio.

Alcohol, sexo y, ocasionalmente, drogas.

Mitsuki y Masaru tienen eso muy considerado en los planes de su único hijo.

Pero Bakugō aún no está listo para ese tipo de mundo.

Sin embargo, ellos se equivocan en algo muy importante.

Y eso es generalizar el tipo de amistades de su hijo (basándose en las antiguas) para estigmatizar a los de esta nueva escuela como "pandilleros con quirks fuertes".

Distinto de antes que nada más se trataba de "pandilleros" normales y, aveces, con uno que otro quirk problemático.

Mina, compañera de clases de su hijo, les ha avisado por medio de una visita corta que ellos organizaría una fiesta en casa de Kirishima, otro compañero, para Bakugō.

Ellos asintieron con aparente tranquilidad. Pero la verdad era que estaban muy angustiados.

¿Quién era ese tal Kirishima?, ¿Habría adultos responsables en su casa que vigilaran la peligrosa conducta hormonal adolescente?

Masaru no pudo evitar sentirse muy inquieto con aquello último.

Si su hijo quería poder tener un buen futuro, entonces debía ser precavido en el presente. Y él, lamentablemente, jamás le dió una charla sobre sexualidad y autocuidado a Katsuki.

Cielos, ya no tengo nada de tiempo.

Y Katsuki, a pesar de que pasaría parte de la tarde con ellos, seguramente no querría hablar de cosas "jodidamente innecesarias" con su viejo.

"- ¡Es una fiesta sorpresa! -". Había exclamando la chica del cabello rosa, viéndose muy emocionada con la idea del festejo.

La chica había logrado hacer sentir confianza a Mitsuki.
No se veía como una chica mala...

Pero, aún así, ambos adultos acabaron por crear el plan definitivo.

Irían a la fiesta como una sorpresa extra.

¡Pero qué buena idea! ¿No lo creen?

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La música fuerte y luces de colores rodeándolo hicieron sonreír pequeño a Bakugō, quien trató de ocultar aquello bajo una mueca extraña y su característico ceño fruncido.

Le gustaba... La mayoría ahí eran extras que podía aguantar, además, estaba principalmente rodeado por sus amigos cercanos.

Los idiotas. Cara plana, ojos de mapache, Pikachu y pelos de mierda. Todos ellos sonriéndole y animandolo a bailar en medio de la pista de baile improvisada en la sala de Kirishima. Mismo quien, como un acto cotidiano, abrazó sus hombros con uno de sus brazos.

Bakugō volteó a verlo brevemente, sonriendo a la sonrisa ajena, sacándole a Eijirō un jadeo de sorpresa por su inesperada acción.

Pero aquello pasó desapercibido para los demás, siendo los únicos sumergidos en la extraña atmósfera el pelirojo y el cenizo.

- ¡Hermanos, sacaré mis mejores pasos, están advertidos! -

Hasta que Kaminari decidió interrumpir con sus palabras y acciones amistosas, tales como colgarse del brazo desocupado de Kirishima.