KiriBaku Week 2018

Día 6 - Tema 2

• Campamento •

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- Entiendelo, cariño, esto será muy bueno para tu carácter y personalidad -trató de animarlo su madre

Sin embargo, de cualquier manera, Eijirō ya estaba en las puertas del campamento con su bolso de pertenencias colgado de uno de sus hombros.

Su padre lo miró serio antes de asentir a lo dicho por su esposa- Hijo, me apena decirlo, pero necesitas enderezarte -agregó, luciendo avergonzado con sus palabras

Para él, como padre, era un golpe a su orgullo el tener que reconocer que no hizo bien su trabajo criando a su único hijo.

Pensar que incluso había tenido ciertas... Inclinaciones.

Uhg, se sentía del asco. Pero confiaba en que aquel lugar, que tan bien recomendado estaba, podría enderezar a su hijo y regresarlo a la "normalidad".

Por lo que, luego de asentir con resignación, se despidió de sus padres e ingresó a aquel campamento de verano para jóvenes problemáticos.

Sería, tal vez, su peor verano de la vida.

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- ¡Bien, señoritas, su sueño de belleza ya sobrepasó la hora debida! -exclamó repentinamente una voz clara y fuerte, haciendo despertar y levantarse bruscamente a todos los presentes en aquella habitación

A lo que Kaminari, aún desorientado por su rápida acción de levantarse de su cama apenas despertó, abrió su boca levemente para protestar- P-pero, usted no vino a despertarnos -murmuró el rubio, siendo mirado de reojo por un preocupado Midoriya

Quien, a diferencia del resto ahí presentes, había sido enviado ahí para poder tener carácter y dejar de ser un tipo invisible que es pisado por todos sin ningún tipo de compasión.

El hombre de rasgos duros y una gran cicatriz en su rostro miró a Denki y alzó una de sus rojas cejas- ¿Yo?, ¿Despertarlos a ustedes? -preguntó, luciendo aterradoramente tranquilo- Claro, y de paso les limpiaré el trasero para que no dejen mierda en sus pantalones -agregó, hablando con un tono despectivo y, obviamente, sarcástico

Todos tragaron duro al ver como el hombre avanzaba a pasos duros, cargados de poder, por entre ellos, frunciendo rápidamente sus cejas, apretando su mandíbula antes de hablar.

- ¡¿Qué demonios creen que soy?! ¡Ustedes solos deben despertar cada mañana, desayunar y asear su asquerosa integridad! -reclamó, mirando rápidamente los rostros apenados de algunos cercanos a él, continuando con sus pasos firmes a lo largo del pasillo que había entre las camas

- Si, pero-

el pelirojo, entonces, detuvo su caminar y se volteó a ver, nuevamente, a Kaminari- ¿"Pero"?, ¿Acaso no fui lo suficientemente claro, cadete? -cuestonó, quedando estático en su lugar, procurando intimidar al rubio con su presencia y actitud irritada la cual, a pesar de estar no muy cerca del rubio idiota, este sintió con claridad

Denki miró nervioso al hombre, tratando de soltar palabras firmes para negar ante aquello que se le pregunto- N-no señor, no se trata de eso, solo que-

Sin embargo, Todoroki ya estaba cansado de tanto parloteo molesto por parte de aquel muchacho.

- Oh, ok. Ya vi lo que ocurre -interrumpió, asintiendo a la vez que volvía a caminar hasta donde inicialmente estaba

Entonces, bajo su momentáneo silencio, todo el resto de presentes miró a Kaminari con molestia.

Cállate. Decían sus ojos.