Durante un tiempo prudencial, se tropezaba con ella, a diario para que se acostumbrara a verlo, aunque era un momento cada vez mas peligroso, ya que su instinto le pedía abalanzarse sobre ella. Por lo que decidió ausentarse un tiempo, para tranquilizar sus hormonas Carpatianas.
Cuando se volvieron a encontrar, fue a solas y pudo darse cuenta que ella si le había añorado. Las hormonas femeninas, le llegaron a oleadas tan fuertes que tuvo que pellizcarse para que sus colmillos no brotaran y la asustaran antes de que el pudiera contárselo.
Poco a poco sus vidas se fueron entrelazando y el apostaría que nuevamente ella estaba enamorada de el. El por su parte nunca dejo de estarlo.
*-Que piensas de los cuentos que hablan de magias, hadas, y monstruos.
*-Pues no se que decirte, lo que he llegado a conocer de este mundo no me gusta demasiado, siempre andamos en peleas y combates, haciendo que la gente muera.
*-Entonces no crees que pueda haber personajes como el hombre del saco, el sacamantecas o los hombre lobos, vaya una chica valiente.
Ella rio a carcajadas
*-No se si los hay o no, pero si los hay no quiero encontrármelos, moriría de miedo.
El la abrazo desde atrás, tal como acostumbraba ha hacerlo desde siempre.
*-Yo puedo protegerte de todos ellos.
Ella giro sobre sus pies. para poder mirarle a la cara.
*-Se que eres un hombre fuerte, pero si ellos son monstruos, ¿Crees que podrías?
*-Me convertiré en un monstruo mayor que ellos, solo para protegerte y sabes que hablo en serio.
*-Pero no se si te merecería la pena.
*-Una y mil veces preciosa, una y mil veces.
Así fue como tomo la decisión de no contarla que el era un Carpatiano. Supo que su mente no podría asumir, su naturaleza mística, aun así, no podía alejarse de ella.
Así que siguió desarrollando un noviazgo, hasta la que no pudo alargarlo mas, puesto llegar la veintena sin casarse era algo ilógico en la época que termino en una boda suntuosa, ya que el padre de ella era poderoso en tierras y dineros, junto con su marido, un gran guerrero que podía hacerse cargo el solo de mas de diez hombres a la vez.
Se mudaron a un torreón estratégico, que habían reconstruido bajo las indicaciones de padre y marido, para reconvertirlo en un hogar cómodo que no perdiera su labor.
El por su parte, se había convertido en el lacayo de su suegro, solo por tenerla, y aunque no era algo que le gustara especialmente, sabia que no seria para siempre, puesto que su amada, su querida esposa era mortal y los mortales tienen una vida muy corta.
Pero lo que mas disfrutaba era volver cada noche a casa y verla saltar a sus brazos como si les perteneciera todo el tiempo del mundo
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Por eso cuando algunos años después su esposa se planto ante el, no supo reaccionar.*-No quiero asustarte Orlok, pero creo que es posible que estemos malditos.Eso por supuesto le hizo girarse en redondo con los ojos ampliamente abiertos.*-Mujer ¿Qué barbaridades hablas?*-Quizás no quieras admitirlo, pero en tu caso. A veces regresas con heridas atroces que terminan sanando sin dejarte cicatrices, Perdóname no quiero que pienses que deseo un esposo deformado, pero no es normal.*-Quizás usemos algún medicamento realmente sanador que los demás no tengan.*-No me tomes por tonta esposo. Además estoy agradecida de que no te pase nada realmente nada grave, pero hay mas....*-¿Mas aun?*-Deja de reírte de mi esposo, a veces tengo morados en la base del cuello como si fueran grandes hematomas que no recuerdo haberme hechoEl enrojeció,*-Eso es mi culpa, cuando yacemos no me controlo.*-Sigues tratándome de tonta, Dentro de los hematomas y después de que desaparezcan, tengo dos punciones, cada vez.El respiro, cada vez duraban menos sus sesiones de hipnosis en las que borraba las pocas ocasiones en que no podía controlarse y terminaba mordisqueándola. El obtenía el elixir de su sangre, pero ella a no alimentarse de el no conseguía la longevidad.La agarre por la cintura y comencé a besarla, siempre que lo hacia, sentía temblar mis labios por la pasión y la necesidad de tenerla, nuestras bocas se abrieron y nuestras leguas se encontraron, haciendo que la temperatura subiera tanto que nos deshicimos de la ropa, dejando un bulto en el suelo.Sus manos siempre están calientes, mientras las mías, aún sin ser congeladoras estas frescas, de hecho siempre la pongo carne de gallina cuando la toco por primera vez, y eso es una de las cosas que mas me entusiasma de ella, puede calentarme de pies a cabeza.La cargue en brazos para llevarla al lecho, en donde me dedique a besarla en cada lugar que ella me besaba con anterioridad, era un juego que ella había inventado, besar mis heridas para que sanaran.Por el contrario, su cuerpo es de seda, satén y terciopelo. Nunca tengo bastante, pero ella dice que prefiere mi piel, áspera y fuerte, lo que se, es que juntos hacemos magia.Me susurras, que te posea, que no quieres esperar y eso he de decir que me poner aun mas enervado.Abres tu piernas, incitadora, para recibirme, intento ser a partes iguales agresivo y tierno, duro y suave, quiero darte tanto como recibo, sin hacerte daño con mi fuerza extrema.Asi que cuando comienzo a sentir que mis músculos se tensan, te acaricio el clitorix para que arquees tu caderas y me recibas entero, y asi ambos nos catapultemos al orgasmo.Tiempo después, te oigo respirar dormida delante de mi, de forma que me estiro, para envolverte con mi cuerpo, no me gusta que nada te moleste, mientras que descansas. Después puedo sumirme en un reparador sueño.Un dolor en mi pecho, bajo el externon, hace que despierte bruscamente.El hilo de vida que me queda, me deja observar como el enemigo, corre destrozando y rompiendo todo por nuestro dormitorio mientras grita crecido por su victoria.Tengo que pestañear varias veces, para concentrarme en no sentir dolor y poder buscarte.Mis ojos te han alcanzado, al igual que a mi, te han apuñalado en el pecho, solo que tu puñal no esta dentro de la herida, así que se, sin temor a equivocarme, que la persona que te apuñalo, fue la misma que a mi, y que tu sangre al entrar en mi cuerpo a través de la hoja del puñal, es lo que me ha salvado la vida, pero no pretendo mover ni un musculo, realmente quisiera haber muerto contigo en este instante.
