Estaba muy frustrado. En las épocas en que su compañera de vida, no había existido la fotografías y aunque el recordaba perfectamente como era, no tenia una imagen de ella, para entregarle a la gente que podría buscarla.
Finalmente tuvo que recurrir a varios dibujantes de retratos, pero lo curioso es que el que mejor trabajo había realizado era un dibujante forense.
Ya con la imagen en su poder, contrato a cuanto investigador privado había en la guía, pero aun pasado un mes no la habían encontrado.
Pasear por la ciudad y sentir ese golpeteo, le ponía mas ansioso que no sentirlo, puesto que significaba que ella estaba cerca pero no conseguía encontrarla.
Sobre todo porque hacia unos meses se había planteado el pedir a su comunidad que lo eliminara, porque en ocasiones, su vista había perdido la capacidad de ver los colores y porque después de tanto tiempo, había perdido la esperanza de volver a encontrarla.
Con unos pantalones de buen paño, de vestir en negro, un jersey de cuello vuelto, también en negro y una chaqueta de traje de color burdeos, asistiría a una gala benéfica a favor de los huérfanos, no pensaba participar pero al menos acudiría a dejar un buen donativo.
Y casi se vuelve loco. Su instinto le golpeaba en el pecho dada vez mas fuerte, mientras que el loco, ansioso y también por que no admitirlo desesperado, la buscaba sin encontrarla.
Parecía una fiera acosada por un cazador invisible, y sin poder defenderse, hasta que por fin cuando estaba acabando el acto, vio una pequeña aureola pelirroja camino hasta la salida de servicio. Eso le provoco la sonrisa del gato que se comió al ratón.
Se había sentido extraña durante todo el acto. Aunque quería achacarlo al nerviosismo del evento, a veces sentía una taquicardia preocupante.
Ya había ido al medico y su chequeo había salido bien, no tenia ni siquiera colesterol, solo su acostumbrada anemia, pero las ampollas de hierro que la mandaban para solucionarlo, la ponía peor, así que no las tomaba, desde nunca.
Cuando por fin pudo dejar el trabajo esa noche, camino despacio por la calle y al ver a una pareja de policías a caballo en el borde del parque, le pidió permiso para caminar por el césped mientras ellos estuvieran allí, los hombres asintieron, y avanzaron despacio para darla tiempo de cruzar esa pequeña loma verde.
Se quito los zapatos de tacon y estito los pies, gimiendo de gusto, Camino usando la técnica de punta tacón, para descansar sus pies y sus piernas. Cuando termino el paseo, se calzo los zapatos y saludo a los policías desde lejos agitando la mano. No sabia como, pero podría decir que ambos hombres sonreian ante su carácter infantil.
Entro en su portal con la llave y vació el buzón, antes de abrir la segunda puerta igualmente con la otra llave, andando aceleradamente para aprovechar que el ascensor estaba en la planta baja.
Por lo que no advirtió la figura que entro tras de ella en el portal, ni tampoco como pasaba un dedo acariciando la placa que contenía, su nombre y su apellido.
*-Ya te tengo.
.Una semana después, el viernes por la noche, se dejo engañar por la única de sus amigas que conservaba de sus tiempos universitarios
*-Al fondo.
*-¿Qué dices?
*-Al fondo hay un hombre que no para de mirar hacia aquí. Como siempre, te basta entrar en un local y robar los corazones de los hombres. Aunque esta vez te has sacado la lotería.
Ella como siempre, cuando iba con su amiga, dejaba de existir. Pero ya estaba acostumbrada y tampoco envidiaba, normalmente, la atención de más que recibía su amiga, aunque en esta ocasión, si deseaba poder competir con ella.
El camarero se acercó con otra ronda de lo mismo que estaban bebiendo, antes de que lo pidieran. Cuando le preguntaron, él les indicó que era del hombre del fondo.
Ella no podía evitar en esta ocasión, envidiar a su amiga terriblemente. Aquel hombre tenía una preciosa melena oscura, su mandíbula era cuadrada y estaba coronada por unos bellos labios carnosos, que sin duda serían unos maestros a la hora de besar, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos profundos de color ámbar y cejas pobladas. Era un espécimen tan clásico que parecía haberse escapado de una película en blanco y negro.
Su amiga se dedicaba a coquetear con él a través del espacio, haciéndole el amor al vaso, mientras que trasegaba una copa tras otra, llegando a ponerse borracha antes de terminar la reunión, así que les pidió a sus compañeras que la cuidaran mientras ella iba al baño, para prepararse y poder llevarla a casa en un taxí.
Al salir del aseo miraba su móvil, para llamar al taxí, choco con un muro de carne.
No pudo evitar posar sus manos sobre un pecho, de forma que rápidamente aprecio el escultural cuerpo masculino que estaba debajo.
*-Perdón.
*-Es todo lo que voy a obtener de ti, después de haberte estado mirando toda la noche?
Miro hacia arriba y se encontró con el hombre del fondo del Pub.
Se la callo la mandíbula sin poder evitarlo, jamás se hubiera imaginado que la miraba a ella.
*-Yo...mi amiga...
*-Ella puede ser una gran amiga, y ser muy guapa, no te lo niego, pero estoy interesado en algo menos vulgar y más exquisito.
Ella comenzó a andar hacia atrás, algo en su tono de voz, la asusto terriblemente, aunque no sabía porque no podía gritar pidiendo ayuda.
*-Tranquilízate, no va a pasarte nada que no hayas deseado mil veces a lo largo de tu vida.
Ella tragaba saliva, nerviosa, asustada, seducida.
*-Se mía esta noche y te prometo que volveré a ti hasta hacerte inmortal...
Ella asintió sin poder creer lo que estaba haciendo.
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AMANTES EN EL TIEMPO
RomanceEl amor creado en el cielo, es capaz de atravesar mares de tiempo, para volver al tiempo en que no debió romperse.