*-Venga damiselas una patada mas, vamos alta y contundente.
*-Ahg¡¡
Varios sonidos de esfuerzos llenaron la sala del gym, donde un grupo de muleres practicaba kick-boxing
*-Cadena de golpes al pecho¡¡ Animo señoritas estamos terminando¡¡
Cuando sonó el timbre y la musica paro, el grupo de mujeres, con ropa deportiva, sonreía mostrando su satisfacción y su cansancio.
*-Quiero que recordéis una cosa, todas y cada una de vosotras, mis alumnas, esta aquí por el ejercicio físico y por mantener esos cuerpos que la naturaleza os ha dado, todas sois perfectas con lo que tenéis y como sois y si soy duro con vosotras es para que si un gilipollas os acosa podáis defenderos, recordar también por favor, no ir presumiendo de poder machacar a un hombre aunque sea cierto, eso nos asusta, somos delicados.
El gesto amanerado que hizo su monitor con la mano, las hizo reír a todas, a pesar de que las daba el mismo discurso todos los días.
Ella estaba allí por pertenecer al segundo grupo. Necesitaba sentirse protegida si se encontraba en una situación desfavorable y puesto que era asistente social en los suburbios, era mas que posible.
Estando en la ducha, de nuevo sintió esa punzada en el pecho que parecía querer abrirla en dos, por lo que se puso la mano en el pecho y se recostó contra los azulejos, para sosegarse, normalmente duraba unos instantes, aunque debía pedir una cita medica y consultarlo.
Su trabajo no era especialmente estresante aunque si podía a llegar se decepcionante ver tantas cosas malas e injustas y no poder hacer mas, pero como ya había cumplido los 30 hacia un tiempo quizás su cuerpo quería decirla algo.
Se seco el cabello, recientemente cortado en una melenita corta, debido a que uno de los niños de una de sus casas tuteladas, le había parecido gracioso tirarla pelotillas de chicle desde lejos con un bolígrafo hueco mientras estaba de visita. Se puso crema humectante por todo el cuerpo y procedió a vestirse, con sus eternos monos vaqueros.
Sabia que no eran nada favorecedores y que la hacían parecer un tablón andante, pero así conseguía mantener los ojos masculinos, tanto de extraños como conocidos, en un estado de desinterés total.
Abrigo, gorro de lana, bufanda y gafas de sol y estaba dispuesta para salir a las gélidas calles, para ella el día habría terminado en cuanto llegara a su pequeño apartamento con su peluda bola de pelos que había encontrado hacia un tiempo en la escalera de incendios,
A veces no estaba segura de si esa cosa, llamada gata, sentía algún cariño por ella o simplemente la usaba hasta que pudiera asesinarla, puesto que en varias ocasiones la había hecho caer al entrar en casa, además de traerla constantemente pequeños roedores muertos del callejón.
Aunque sabia que lo sano seria subir las escaleras, uso el ascensor, para subir una sola planta y salir del edificio. Algún hombre había usado el ascensor antes que ella y había dejado un aroma tan único que inspiro varias veces y asi disfrutarlo. Salió del ascensor sonriendo traviesamente, pensando que si el olor sirviera para enamorarse, ese hombre tendría muchas papeletas.
Unas plantas mas arriba del mismo edificio, un empresario, dicutia algunas opciones sobre sus negocios para tomar algunas acciones legales.
*-No te creas que por darse un sueldo mas alto te van a estar agradecido.
*-Tengo mas dinero del que podre gastar en mi vida, y te prometo que pienso vivir algunos años mas. De que me sirve racanear unos dólares y cabrear a unos trabajadores que contentos me darán menos problemas.
*-Estas en tu derecho de pagarles menos, tanto como de darles todos tus millones, solo que eres el unico cliente de mi cartera que prefiere dar que ganar.
Una punzada en su pecho, hizo que su corazón bombeara tres veces seguidas, haciéndole mirar atento por la ventana.
Cualquier humano, no vería mas que unas manchas moverse por la calle, pero sus capacidades le hacían poder diferenciarlos fácilmente.
Pero por mucho que lo intento no consiguió distinguir a nadie que le pareciera especial.
Quizás, según se aproximaba al ocaso de su vida, su corazón le jugaba malas pasadas.
Por un momento se dejo alcanzar por los recuerdos felices que había vivido con sus Nini, porque aunque había ocupado dos cuerpos, la esencia de su alma había sido la misma.
Con un pesado suspiro, volvió al presente, se despidió de su empleado y camino seguro por los pasillos con su gabardina sin abrochar, dejándola acariciar sus movimientos elásticos de espécimen peligroso.
Parado frente al ascensor mientras esperaba su turno, sonrió ante el cartel del estreno de la nueva película del conde Drácula. Si ellos supieran que casi todo lo que sabían sobre los vampiros estaba confundido. Aunque muchos de ellos se entregarían voluntariosos a ser ganado de la especie, cosa que le recordaba tiempos pasados.
La puerta del ascensor por fin se abrió ante el, por lo que entro. Apenas se cerro, un golpe en su pecho le hizo tambalearse como si alguien invisible le estuviera atacando, y entonces lo supo a ciencia cierta. Su Nini había renacido y estaba cerca.
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AMANTES EN EL TIEMPO
RomanceEl amor creado en el cielo, es capaz de atravesar mares de tiempo, para volver al tiempo en que no debió romperse.