¿Quién era él y qué hizo con la bestia.
___________________—¿Qué haces aquí?. —pregunto, con temor.
—Oh, querida Betty, tanto tiempo ha pasado. —contesta, con una cínica sonrisa en sus labios.
—¿Qué haces aquí, Stuart?. —vuelvo a preguntar.
—Primero me saludas. —entra a mi habitación y se sienta en el sofá.
—No debes estar aquí, vete.
—Mira Bethany, no vine aquí para que me hagas un escándalo. —suspira. —Siéntate.
—No, no me acercaré a ti. —lo miro con desprecio. —Eres el ser más repugnante que he conocido en mi vida. —escupo con furia.
—Solo vine para que me firmes unos papeles y me largo, tampoco me agrada estar cerca de ti. —me mira de pies a cabeza.
—Que te firme un demonio. —respondo de mal manera.
—A ver, Beth, no voy a soportar tus actitudes infantiles, ven aquí y firma esto que no tengo todo el tiempo. —se levanta y camina hacia mí.
—¿De qué... —me interrumpe.
—Sophie y yo queremos lo que tu padre te heredó, queremos que pongas la casa y la cuenta bancaria a nuestros nombres. —contesta.
—¿Están locos?. —espeto.
—¡Firma de una puta vez!. —alza la voz.
—No voy a firmar una mierda, no pienso dejar ninguna pertenencia más de papá en manos de ustedes, así que lárgate y no vuelvas a pisar aquí. —señalo la puerta.
—Si no lo haces a las buenas lo harás por las... —una voz profunda lo interrumpe.
—¿Lo hará por las qué?. —habla detrás de mí. Me giro encontrándome con Edmond.
—Mira, tú no te metas, es un asunto con ella y yo. —contesta, ignorándolo.
—Para tu información, esta es mi casa y todo lo que tenga que ver con ella también lo tiene conmigo. —se adentra a la habitación.
—¿Quién te crees que eres?. —lo desafía.
—No te recomiendo desafiarme. —alza una ceja.
—¡Ja! ¿Y qué me harás, golpearme?. —ríe con ironía.
—¡Lárgate de una puta vez si no quieres que te rompa la maldita cara!. —espeta, molesto.
Stuart lo mira, tratando de intimidar a la bestia pero me temo que no lo conoce, al parecer nadie intimida al ogro. Stuart opta por obedecer y antes de cruzar por la puerta de mi habitación, me susurra;
—Esto no se quedará así, regresaré, Bethany. —y se va.
—¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?. —se acerca a mí y examina mis brazos y mi rostro.
¿La bestia preocupándose por mí? ¿Estoy soñando?.
—No me ha hecho nada. —contesto.
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Edmond
Roman pour AdolescentsElla era la bella. Él era la bestia. Ella era cálida como la primavera. Él frío como el invierno. Ella era amor. Él era odio. Beth: ¿A caso puede alguien ser feliz sin ser libre?. Edmond: Por favor, perdóname, no era mi intención causarte ningún dañ...