4. PROBLEMAS

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EMMA:

Tenía miles de dudas y posibles e increíbles respuestas, pero ninguna llegaba a convencerme del todo.

¿Ayudante comunitario?

No tiene pinta de serlo.

¿Visitar a un familiar?

Podría ser.

¿Hacer alguna clase de pasantía?

No tiene coherencia, vamos en preparatoria.

¿Qué haces en este lugar Eithan?

Una posible repuesta llega a mi mente cuando visualizo la motocicleta del castaño a unos metros.

"¿Coincidencia?, no lo creo".

Me acerco a la misma cuidando de no ser vista, acción que es fácil estando en un lugar tan desolado.

¿Cómo diablos se abre esta cosa?

-Concéntrate Emma- me digo a mi misma, intentando no ponerme nerviosa ni pensar que estoy cometiendo un crimen.

"No es un crimen"

Eso no lo pensaría la policía si me ve forcejeando con el maletero de una motocicleta.

Dejo de pelear con mi conciencia cuando noto que el maletero no está completamente cerrado gracias a que lo que parece una prenda de ropa lo impide.

Lo abro y lo primero que veo es una sudadera negra, debajo de la misma esta una billetera y un juego de llaves.

Tomo la billetera y la abro, en busca de alguna credencial o algo interesante que me dé más información sobre este chico.

Encuentro una fotografía tamaño infantil de lo que parece ser una mujer sosteniendo en brazos a un bebe de no más de un año. ¿Lo extraño de la fotografía?, la mujer no sonríe al contrario, parece molesta, pero lo sorprendente es el gran parecido que tiene con Eithan, el color de cabello y los inexpresivos ojos oliva.

¿Es su mamá?

¿Su hermana?

¿Por qué tendría esta foto en su billetera?

-¡Agreste!- una exclamación a mi lado hace que la billetera se me resbale y termine cayendo al suelo junto con la fotografía.

Mi corazón se desboca y los nervios crecen en mi cuerpo cuando miro los ojos enfurecidos de Eithan.

-¡¿Qué demonios haces con mis cosas?! ¿Qué haces aquí?- vocifera con molestia, observándome a tal grado que me atemoriza un poco.

-Yo... yo...- busco alguna excusa rápida pero mi mente está bloqueada, me quedo en blanco y mi única escapatoria es inclinarme a levantar la billetera del suelo junto con la fotografía.

Él observa lo que sostengo en manos y me lo arrebata de forma brusca, volviendo a guardarlo en el maletero y cerrando el mismo con más fuerza de la necesaria.

-Te pedí de buena forma que dejaras de meterte en mi vida- habla con enfado, dando varios pasos al frente mientras yo retrocedo sin poder hacer otra cosa- no necesito que una princesita mimada este acosándome porque no tiene nada mejor que hacer- señala mi pecho con su dedo y ahora que me doy cuenta es más alto de lo que parece cuando esta tan cerca.

-No te acoso- respondo en un murmuro, mi voz apenas audible y mis piernas temblando un poco.

-No mientas Agreste, sé que no es la primera vez que me sigues- su confesión me deja helada, ¿cómo podría justificar eso?- como también sé que desde que estoy en tu curso has preguntado por mí- sigue hablando con enfado, y yo estoy tan nerviosa como para notar que nos alejamos más de lo debido y que es muy probable que mis gritos de auxilio no sean escuchados con facilidad.

CONSEQUENCES//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora