6. HAMBURGUESAS DE LA PAZ

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EMMA:

No quería ir a clases, estaba nerviosa, demasiado, además de avergonzada. Pero debía de enfrentar a Eithan tarde o temprano, y tal vez morir de la vergüenza después.

Pero esperaba hacerlo hasta la clase de integración, no a la primera hora y tirándole su café encima.

-Te siguen los desastres Agreste- dice con burla, mientras yo intento limpiar su playera sin mucho éxito y empeorándolo notablemente- y de paso yo también termino envuelto- responde, pero no parece molesto, de hecho divertido con la situación.

-Lo siento tanto, iba distraída y no me di cuenta que estabas ahí- me excuso- por cierto, ¿qué hacías de pie en medio de la entrada?- indago con confusión.

-Planeaba comprar algo en la máquina expendedora para acompañar mi café, pero gracias a ti ya no es necesario- responde con ironía, tirando el vaso desechable del café a la papelera.

-¿Piensas tenerme rencor por eso toda tu vida?- pregunto de igual forma, pasando a su lado para sentarme en mi lugar.

-Tal vez- responde a mi espalda de forma burlona, sentándose en mi mesa y haciendo mi mochila a un lado.

¿En qué momento me empezó a hablar como si ya lo hiciera antes?

-¿Te parece si seguimos con el trabajo en la biblioteca?, hoy si estará disponible- propone.

-Claro- respondo, mientras él se baja de mi mesa.

-Oh, y no lleves bebidas por favor- pide rodando los ojos.

No puede ser.

[...]

Entro a la biblioteca junto con Eithan, el cual no ha dejado de ver su celular sorprendiéndome que no se haya tropezado ninguna vez.

Una vez iba caminando mientras veía el celular y choque con un poste de luz.

Me adelanto a una mesa, dejando mi mochila encima mientras me siento, él castaño sentándose a mi lado.

Empiezo a sacar mis hojas y cuaderno, necesitábamos terminar las preguntas de ayer.

-La profesora nos recomendó hablar sobre cosas personales, sobre nuestra familia y gustos- le digo, recordando las palabras de hace unas horas.

-Muy bien, veamos- dice Eithan, acomodándose mejor en su silla, apoyando uno de sus pies en su rodilla y cruzándose de brazos- tu nombre completo es Emma Agreste Dupain, tienes diecisiete años y buenas calificaciones, vives con tus padres y hermanos, sabes tocar el piano y practicas esgrima y baloncesto, sin mencionar que eres hija de una de las mejores diseñadoras de París y posible heredera de la marca Agreste, ¿estoy bien?- pregunta con una sonrisa que me resulta en cierta forma encantadora. 

Pero yo estoy sin palabras.

Solamente lo observo sorprendida y sin entender cómo diablos sabe todo eso.

-Es preocupante que sepas todo eso sobre mí, ¿sabes?- hablo finalmente cuando salgo de mi asombro.

Yo solo sabía su nombre y edad.

-Tranquila princesita, no soy un acosador como tú- responde burlón, logrando que me sonroje y frunza en ceño- te recuerdo que tu familia es famosa y por lo mismo tu vida es publica- explica sin más, logrando convencerme.

-¿Y qué me dices sobre ti?- interrogo para cambiar de tema, imitando su acción solo que acercando mi silla un poco más.

No sé si es mi imaginación o su cuerpo se tensa y lo disimula muy bien. Ahora luce incómodo y no responde mi pregunta por más que lo observo.

CONSEQUENCES//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora